Setter inglés y perdiz roja en un lance de caza que tienes que ver
El perro ha localizado a la patirroja. Cuando la muestra es sustituida por la guía del ave, que se oculta en una zona de abundante vegetación, la proximidad del can se hace insoportable y se produce la arrancada en vuelo de la perdiz.
El cazador se ha posicionado de manera inmejorable para ayudar a bloquear la huida de la perdiz. El ave se encuentra inmóvil en un lugar entre el perro de muestra y esto la lleva a intentar pasar desapercibida al sentirse rodeada.
Las estrategias de huida de la perdiz roja suelen funcionarle cuando es perseguida por depredadores terrestres y aéreos como zorros, linces, rapaces… Apeonan con sus fuertes y ágiles patas. Lo hacen entre la vegetación o en campo abierto, hasta encontrar un lugar como el que vemos en las imágenes, en el que afrontar la posibilidad de intentar diluir su rastro.
Un perro de caza especialista en encontrar perdices
Pero esto no funciona con la privilegiada nariz de un buen perro de muestra. Estos canes, pointers ingleses, setters, bracos o bretones, entre otros muchos, o los ibéricos, pachones navarros y perdigueros de burgos, se han especializado en seguir esos rastros y, cuando reducen la distancia que les separa de estas aves que siempre dejan el vuelo como última opción ante el peligro, llega el turno de la muestra.
Y esta breve grabación comienza en ese preciso instante. El setter inglés, tras la muestra, inicia la guía. Y cuando ha llegado hasta el mismo punto en el que ha quedado oculta la perdiz, se produce el mágico momento que queda grabado en la cámara que el cazador ha colocado en el cañón de su arma. Esto nos permite asistir, además, al efectivo disparo y abate del ave.