Cuatro kangales turcos frente a una liebre
El instinto de caza de los perros protectores del ganado les lleva a aventurarse en una batalla perdida. La rabona alcanza una velocidad en carrera de 70 kilómetros por hora, mientras que un pastor de Anatolia no supera los 56.
El kangal turco es una raza de perro que encuentra sus orígenes en el moloso de Asiria y el moloso romano. Según la Federación Cinológica Internacional, su función es la de "perro pastor utilizado como guardián de las ovejas". La raza se encuentra encuadrada en el
grupo 2 perros tipo pinscher y schnauzer, molosoides y perros tipo montaña y boyeros suizos de la FCI.
Fuerza y músculo contra velocidad y agilidad
Una liebre es levantada de su lugar de encame en un rastrojo de trigo al paso de un rebaño de ovejas. Las reses están protegidas por kangales turcos. Cuatro de los perros pastores nada más ver a la rabona saltar de la cama se lanzan en su persecución. En pocos metros, la orejona deja atrás a los 4 pastores de Anatolia. La liebre es capaz de recorrer 100 metros en menos de cinco segundos. Pese a la distancia que les aventaja, los canes persisten en su intento de atraparla. Liebre y perros se pierden del alcance del dispositivo móvil con el que el pastor graba el lance.
Un kangal turco daría la vida si fuere necesario por proteger al rebaño
El instinto de protección sobre las reses está muy marcado en los perros protectores del ganado. Hemos visto a pastores de Anatolia enfrentarse a manadas de lobos, enormes jabalíes, osos, hienas e incluso con rapaces para evitar que maten alguno de los animales que componen el rebaño que protegen. Pocos son los depredadores que se atreven a probar sus poderosas mandíbulas. Un kangal turco es capaz de desplegar una fuerza de mordida de 743 PSI.
Estas imágenes han sido publicadas en la cuenta de Instagram especializada en ganadería Koyun Kangal.