Una cierva se come mis macetas
Los geranios de esta vecina de una localidad italiana están sufriendo la curiosidad y el hambre de una hembra de ciervo mientras la propietaria no es capaz de espantar al animal.
La mujer se enfrenta a una situación inesperada. Un animal de gran tamaño se acerca a su ventana y comienza a probar las plantas que allí tiene. En un principio, se asoma, pero vuelve a entrar en su propiedad al no saber cómo reaccionar. La cierva, al verla, parece asustarse, pero continúa con la degustación de las flores.
Entre los muchos comentarios que han originado estas imágenes, nos quedamos con la visión positiva de un usuario que apunta a que la vivencia vale mucho más que los geranios, que pueden comprarse de nuevo.
Una visita más comprensible de lo que parece
Villalago es una localidad de la región de los Abruzos que cuenta con tan solo 616 habitantes. Está rodeada de naturaleza y de nada menos que cuatro parques regionales y nacionales, el de Sirente-Velino, el de Monti Simbruini, el de Lazio e Molise y, al noreste, el Parque Nacional de la Maiella. Teniendo esto en cuenta, resulta comprensible que los animales silvestres visiten las calles de las localidades colindantes, en sus desplazamientos habituales. Así lo manifiestan los vecinos de la zona: “Para la gente que vive en las montañas es casi normal que la fauna salvaje se acerque a los hogares y no hay nada malo en ello”.
