Una culebra caza una trucha delante de pescador en el río Tormes
Un pescador de truchas observa maravillado cómo una culebra captura y se come una trucha autóctona mientras él intentaba capturarlas.
Durante una jornada de pesca y suelta, modalidad que otorga preferencia a la conservación de esta especie en nuestros ríos, un pescador ha conseguido registrar un acto de depredación protagonizado por una culebra y su presa, una trucha.
Nos desplazamos hasta Navalonguilla, un pequeño municipio ubicado en la provincia de Ávila, Gredos. Por allí pasa el río Tormes, y este pescador estaba disfrutando de una jornada de captura y suelta de las truchas que allí habitan. Cuando acaba el día de pesca, en el río quedan los mismos peces que al inicio de este. Salvo por los que resta la depredación. Como la que protagoniza este depredador.
Culebra engullendo la trucha. En el centro, la culebra ha capturado a la trucha y comienza a engullirla. A la derecha, una de las truchas capturadas durante la jornada por el pescador.
La culebra viperina, cazadora de truchas
Este tipo de culebra es capaz de mantenerse bajo la superficie del agua hasta 20 minutos para acechar a sus presas. Se trata del entorno preferido de la culebra viperina (Natrix maura), también conocida como la “culebra de agua”, donde caza renacuajos, tritones, ranas, sapos, así como peces de distintos tamaños. Algunos de ellos, como vemos en las imágenes, que las llevan a realizar grandes esfuerzos para conseguir tragarlos enteros, que es su única manera de hacerlo.
Su tamaño llega a alcanzar los 80 centímetros de largo, pero lo general es que ronden los 60. Su nombre deriva de su comportamiento defensivo, llamado mimetismo batesiano, al imitar el comportamiento, forma, colores y diseño de especies de serpientes venenosas como las víboras, al conseguir aplanar el cuerpo y dotar de forma triangular su cabeza. La podemos encontrar en toda la Península Ibérica, Francia, Suiza, Italia y norte de África, pero recientemente ha sido introducida en Islas Baleares.