Un buitre acaba empotrado en el parabrisas de un coche en Zaragoza
En nuestro país, el jabalí y el corzo encabezan las estadísticas de accidentes causados por fauna silvestre. Pero hay otros animales que pueden provocar un siniestro tan espectacular como el que te contamos.
Un buitre leonado puede alcanzar una longitud de 1,2 metros y una longitud de alas de casi tres. Su peso, en los ejemplares adultos, sube el contador de la báscula hasta los 11 kilos. Esto convierte a esta ave necrófaga en un peligro potencial cuando vuelan a escasa distancia del suelo y sobre carreteras de circulación rápida. Circunstancias que se conjugan rara vez, pero que cuando lo hacen pueden ocasionar un choque de consecuencias tan impactantes como el ocurrido ayer en Zaragoza.
El buitre quedó empotrado en el cristal
En el automóvil viajaban los miembros de una familia procedente de Alemania. Un matrimonio y su hijo de siete años que han acabado en el hospital tras el accidente. Circulaban por la carretera A-121 a la altura de la localidad de Ricla, con destino al Monasterio de Piedra. Pero lo que no imaginaron es que acabarían en Urgencias. Y mucho menos, por culpa de un buitre leonado. La colisión provocó que el cuerpo de la gran ave acabase empotrada en el cristal parabrisas.
Resultaron heridos por los cristales del parabrisas
Tras el impacto, el conductor quedó sin visibilidad, por lo que, tras el susto inicial, consiguió mantener la calma y sacar la cabeza por la ventanilla lateral. Esto le permitió controlar el vehículo, aminorar la marcha y abandonar la vía para acabar deteniendo el coche en una explanada cercana. Cuando bajó del coche junto al resto de miembros de la familia, comprobaron que el causante del accidente era un buitre que yacía sin vida encajado entre los cristales del parabrisas. O los restos que allí quedaban, puesto que algunos fragmentos, junto al espejo retrovisor salieron disparados hacia el interior e impactaron en el pequeño que viajaba en el asiento posterior. Los padres también resultaron heridos por cortes provocados por los trozos de cristal. Todos ellos han pasado la noche en un hospital de Zaragoza.