La última locura del Pacma: piden que los cazadores entreguen sus armas tras cada jornada de caza
La propiedad privada no tiene importancia para los animalistas radicales del Partido Animalista. Te contamos los detalles de su última ocurrencia.
Al partido animalista, que no ha obtenido representación política en ninguna de las elecciones a las que se ha presentado, no se le terminan las ideas disparatadas para intentar atacar al sector cinegético. Tras proponer que el IRPF de los españoles sea destinado a sufragar los gastos y los sueldos de los animalistas al frente de las protectoras de animales, ahora centran su imaginario animalista en las armas de los cazadores.
La más reciente es exigir que los cazadores entreguen sus escopetas, rifles o arcos en custodia al terminar cada jornada de caza. Su ridícula motivación: “plantearlo como solución para evitar la presencia de armas en las casas, los accidentes y los asesinatos”. La falta de coherencia de esta propuesta lleva a plantearse si lo siguiente serán los cuchillos de cocina o las herramientas de jardinería.
Los animalistas, que cambiaron de nombre en un intento desesperado de salir de las crisis electorales de los últimos años y que se autodenominan como Partido Animalista con el Medio Ambiente, son conocidos por no distinguir entre las especies animales que pretenden proteger, también piden que se establezcan “restricciones claras sobre el acceso a las armas de caza".
La mentira de las muertes por accidentes de caza, al descubierto
Estas restricciones, ideadas por animalistas contrarios a la actividad cinegética, pasan por "encontrarse en periodo hábil de caza para poder efectuar una retirada, debiendo justificar ante las autoridades el motivo de su reclamo, el coto en el que se prevé utilizar y la cantidad y tipo de munición que se va a emplear".
Las mentiras de los animalistas
Esta propuesta parte de una manipulación fruto de, o la mala fe en el aporte de datos o, como es costumbre entre los miembros del partido y de su presidente, Javier Luna, de un desconocimiento total de la normativa vigente. Luna ha asegurado, falsamente, que su deseo es “limitar el acceso a las armas únicamente a los momentos en los que son legales”. La realidad es que los propietarios de armas, tras superar pruebas psicotécnicas y demostrar la aptitud que exige la ley, no deben esperar a la temporada de caza o a la jornada de caza para ser propietario legal de esa arma.
¿Dónde quieren secuestrar las armas de los cazadores?
La ridícula propuesta es la siguiente: “Todas las armas deben dormir en dependencias policiales hasta la siguiente jornada de caza, para que permanecieran custodiadas y solo pudieran ser utilizadas en los lugares y fechas habilitadas para ello". No preguntamos cómo pretenderían sufragar los millonarios gastos que esto supondría para la Administración Pública, o qué propondrán para los tiradores deportivos, que acuden prácticamente semanalmente a los campos de tiro con sus armas a practicar su afición.
