Acompañamos a una cuadrilla de cazadores madrileños en una jornada de caza en descaste
Con la reducción de las poblaciones de estos lagomorfos en una etapa clave de la producción agrícola, nos desplazamos hasta Cobeña, en el noreste de la Comunidad de Madrid, para cazar junto a César, Clemente, Agustín y el resto de integrantes de la cuadrilla.
El aprovechamiento de la carne de los conejos es algo que cuidan mucho estos cazadores. Dejarlos cumplir y disparar cuando la distancia lo permite para no destrozar su carne es una prerrogativa esencial para cualquier cazador. Por ello, eligen el cartucho idóneo “Poco gramaje, de 30 o 32 gramos, en número 8 y 7. Se trata de una caza tipo rececho, dando la libertad al conejo, dejando distancia y dando la oportunidad de que el conejo escape”, apunta César.
En una jornada, entre los cazadores de esta cuadrilla, suelen abatir unos 70 conejos. “Entre seis u ocho, para comer, preparados al ajillo para amigos. Esto es algo especial”, nos comenta Clemente, cazador veterano.
En esta grabación, los cazadores madrileños nos enseñan cómo preparar el conejo recién abatido para llevarlo a casa listo para cocinarlo.
