Un jabalí y un zorro pelean por la comida en un cebadero
Visión térmica

Un jabalí y un zorro pelean por la comida en un cebadero

Esto es lo que ocurre cuando un navajero se encuentra con un raposo comiendo maíz en un punto de alimento colocado por los cazadores para controlar la población de jabalíes.


Una plaga de jabalíes está poniendo en peligro los cultivos en la Comunidad Valenciana. Los cochinos además de comerse los frutos, arrancan las ramas de los árboles para acceder a ellos y destrozan los sistemas de riego por goteo. Según la Consellería de Emergencia Climática, la población de jabalíes en la comunidad era de 134645 ejemplares en el periodo comprendido entre el año 2017 y 2021. En los últimos años, al igual que en otras muchas autonomías, este número ha crecido de manera exponencial pese a los esfuerzos de cazadores como Pedro Cano. AVA-Asaja, cuantifica las pérdidas anuales causadas por los cochinos en zonas de cultivos en 40 millones de euros.

Cazadores dedican sus vacaciones de verano a controlar las poblaciones de jabalíes y cochinos asilvestrados

El creador del grupo de Facebook Visión térmica y nocturna, con más de 43.000 miembros, es uno de los cazadores valencianos que no escatima en esfuerzos para ayudar a los agricultores. Para aumentar su efectividad a la hora de realizar las esperas ha colocado cebaderos en lugares cercanos a las zonas donde los cochinos encuentran refugio durante el día.

Una de las cámaras de foto trampeo ubicadas en uno de estos puntos de alimento ha inmortalizado el encuentro entre un zorro y un jabalí.

 

El jabalí no está dispuesto a compartir la comida con nadie

A la hora de comer un cochino macho no tiene amigos. Hemos visto a jabalíes enfrentarse con tejones, cérvidos y otros cochinos cuando coinciden en un punto de alimento. Este belicoso comportamiento se acentúa durante el verano. Época en la que escasea el alimento para todas las especies del campo. Este zorro ha acudido al cebadero para alimentarse de grano. El depredador es un animal oportunista capaz de comer casi cualquier cosa que encuentre en su camino.

La reacción del cochino al hallar al raposo junto a la garrafa de plástico en la que se encuentra la comida ha sido intentar embestirle. Ante las peligrosas navajas que porta el cochino, al hambriento zorro no le ha quedado más remedio que huir y esperar que el jabalí sacie su hambre para regresar al punto de alimento.

 


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