¿Cómo quitar una garrapata de un perro de caza de una manera segura?
Con la llegada del verano y con él el comienzo de la temporada de caza, los perros de caza corren peligro de verse parasitados por garrapatas. Un veterinario te explica cómo eliminar sin peligro al insecto del cuerpo del perro.
Las garrapatas proliferan en primavera y verano al encontrar las condiciones climáticas favorables para su desarrollo y actividad. Las temperaturas elevadas y los altos niveles de humedad pueblan el campo de ectoparásitos hematófagos.
Enfermedades que transmiten las garrapatas a los perros de caza
En la mayoría de los casos, las picaduras de las garrapatas resultan inofensivas para los canes, pero pueden transmitirles enfermedades al quedar adheridas en el cuerpo. Las garrapatas tienen ocho patas que usan para fijarse a la piel del animal. Perforan la primera capa de piel para alimentarse de la sangre del can parasitado. Mientras la garrapata está sujeta al can es cuando se produce la transmisión de la enfermedad.
Entre las enfermedades que el insecto puede portar están la anaplasmosis, babesiosis, erliquiosis, hepatozoonosis, la enfermedad de Lyme o la fiebre musculosa de las Montañas Rocosas. Disminuye notablemente la transmisión de estas enfermedades si la garrapata es retirada del animal antes de que trascurran 48 horas desde su infestación.
Anaplasmosis
La anaplasmosis canina es una enfermedad transmitida por garrapatas del género Anaplasma. Los síntomas habituales en los animales que la padecen son la fiebre, el letargo, la falta de apetito y la diarrea.
Babesiasis
Se trata de una enfermedad parasitaria provocada por protozoos. Un perro afectado de babesiosis presenta normalmente anemia hemolítica, hematuria, mucosas pálidas, anorexia, vómitos, debilidad, ictericia, linfadenopatía y edema perioorbital. La enfermedad puede producir la muerte del animal.
Erliquiosis canina
Esta enfermedad está causada por la bacteria Ehrlichia canis. Afecta al sistema inmunitario de los perros y a la médula ósea. Los signos de la enfermedad son cambios en el estado de ánimo, pérdida de apetito, letargo, descoordinación, hemorragias, convulsiones espontáneas, inflamación de los ganglios, problemas respiratorios, fiebre y sangrado nasal.
Hepatozoonosis
Esta provocada por protozoos. Afecta principalmente a ejemplares que padecen otro tipo de patologías. Los síntomas clínicos de la hepatozoonosis en perros pueden ser fiebre intermitente, pérdida de peso, diarrea, dolor óseo o pérdida de la movilidad.
Borreliosis Canina
La enfermedad de Lyme está causada por la espiroqueta Borrelia burdogferi. Puede afectar al sistema nervioso central del perro infectado.
Los síntomas de la enfermedad son fiebre, anorexia, dolor articular, efusión abdominal y linfadenopatía.
Fiebre musculosa de las Montañas Rocosas
La RMSF es una enfermedad bacteriana producida por la bacteria Rickettsia rickettsii. En los perros provoca problemas de inflamación y contracción en los vasos sanguíneos, vómitos, fiebre, diarrea, tos, disminución del apetito, dolor muscular y articular o aumento de la temperatura corporal.
Un veterinario nos explica cómo eliminar una garrapata de una manera segura
Según el profesional, "lo principal en estas fechas es la prevención. Existen en el mercado productos muy efectivos para repeler a las garrapatas. Aparte de pipetas, espráis y collares, las pastillas controlan muy bien la parasitación por garrapatas en los canes.
Si uno de estos insectos se sujeta en uno de nuestros perros, lo ideal sería quitarlo con unas pinzas especiales que permiten agarrar a las garrapatas por la cabeza. Nos ayudan a extraerla sin que pueda quedar parte de ella dentro del animal. Se extrae el insecto tirando en contra del sentido en el que está agarrada la garrapata o bien haciendo un medio giro.
Si se trata de un chinchorro, lo más adecuado antes de eliminarlo es adormecerlo previamente aplicándole insecticida para perros o con un algodón impregnado en alcohol. Tras la extracción de la garrapata es necesario aplicar betadine o clorixidina en la zona en la que estaba adherida. Si vemos que la inflamación persiste se recomienda acudir al veterinario por si es necesaria la prescripción de antibióticos".
