Caza un jabalí de 20 centímetros de colmillo en una espera por control de daños
El colectivo cinegético se ha puesto, una vez más, al servicio de la agricultura. Jabalíes y patos están causando cuantiosos daños en los arrozales de la Albufera. La vocación de servicio de la caza ha permitido a este cazador abatir un espectacular macho.
A los daños provocados por las especies cinegéticas, hay que sumar los de los flamencos. AVA-ASAJA ha publicado un comunicado en el que denuncia la situación que están viviendo los cultivadores de arroz de la Albufera. Según la asociación, "las piaras de jabalís, que crían y se multiplican muy deprisa, están llegando a los arrozales desde los campos abandonados más cercanos y la Dehesa del Saler, donde, debido a la sequía y los incendios, el bosque no les provee suficiente agua y comida".
También ha alertado de las pérdidas que están causando bandadas de flamencos y patos. La situación de los agricultores es tan desesperada que han llegado a colocar cocodrilos de plástico para espantar a los pájaros de las siembras.
El cazador sabía de la existencia de un jabalí de grandes dimensiones en la zona
Xavi Juan Valls es un cazador valenciano nacido en el municipio de Benicarló, situado en la comarca del Bajo Maestrazgo, a 155 kilómetros del Parque Natural de la Albufera. El cazador, como otros muchos de los integrantes del colectivo cinegético, está controlando con esperas nocturnas la población de cochinos de la autonomía. Cuando va de aguardo no busca trofeos, únicamente poner su granito de arena y ayudar al sector primario. En una espera nocturna celebrada la noche del martes la suerte le ha sonreído con la captura de un cochino de 95 kilos armado con unas impresionantes defensas.
Un jabalí curtido en mil batallas
Antes del día de su caza lo había oído en ocho ocasiones. La noche del martes entró a las 21:35 horas al punto donde se encontraba ubicado el cazador. Pudo escuchar perfectamente cómo se sacudía. No abandonó la ocultación del monte hasta las 23:00 horas. La rotura de una rama permitió al esperista percatarse de la irrupción del cochino en la zona sin vegetación. Lo derribó a 25 metros de distancia de un disparo de escopeta. El cazador portaba una Beretta del calibre 12 modelo A300 Outlander. Nada más abatirlo comunicó la noticia a sus amigos del grupo de WhatsApp Esperistas Ibéricos".