Munición trazadora: ¿Qué es y para qué se utiliza?
Un vídeo viral de unas prácticas de tiro a un neumático en movimiento utilizando como munición balas trazadoras nos sirve para analizar este tipo de proyectiles, utilizados en el sector militar pero que ha tenido sus aplicaciones en el tiro deportivo con escopeta.
La dificultad de disparar a un blanco en movimiento y que avanza por una pendiente se ve reflejada en las trayectorias que nos permite visionar estas balas trazadoras. Más de media docena de disparos, la mayoría errados, ante un neumático echado a rodar por la pendiente de una ladera sirven para que el tirador conozca dónde terminan los proyectiles que ha disparado.
Las balas trazadoras son proyectiles como los normales, pero con la diferencia de que llevan en su parte posterior un elemento pirotécnico que arde en contacto con el aire, cuyo compuesto esencial suele ser el fósforo, y que deja una señal luminosa (un trazo) en su movimiento.
Este tipo de munición es de utilización militar, sobre todo en armas de repetición y ametralladoras. Se coloca una bala trazante luminosa cada cinco proyectiles normales para controlar el lugar al que se están dirigiendo los disparos. De otra manera, solo el impacto puede desvelar dónde están tocando las balas, algo insuficiente, sobre todo en condiciones de escasa visibilidad.
Munición militar casi exclusivamente
Se trata de munición que no se utiliza de manera tradicional para la caza. Entre las esenciales razones, aparte de que no convendría la normativa al tratarse de munición blindada, está que su compuesto contiene, como hemos señalado, elementos químicos que contaminaría la carne del animal en el caso de haber sido abatido con ella.
Además, disparar varias balas trazadoras incrementa exponencialmente el riesgo de provocar un incendio. Una sola no será suficiente, pero el impacto de varias en el mismo lugar o las ráfagas que incluyan varios de estos proyectiles pueden ocasionar el inicio de un incendio. Esto se ha comprobado en varios conflictos armados, como la Segunda Guerra Mundial, cuando durante los intercambios de estas ráfagas por parte de carros de combates y ametralladoras acababan con incendios en los objetivos alcanzados.
Cartuchos trazadores para tiro al plato
Algunos fabricantes de munición no metálica para competición han desarrollado cartuchos trazadores lumínicos para que los deportistas puedan comprobar las trayectorias de sus disparos antes los platos lanzados.
Entre ellos, encontramos el descatalogado Tru-Tracer, un cartucho fabricado durante los años 90 del siglo XX que incluía una cápsula junto a los perdigones que, al ser disparados, emite un haz de luz durante todo el recorrido de los plomos. En la actualidad solo es posible adquirir este modelo de coleccionistas.
La firma Eley también tuvo en su catálogo el Tracer, un cartucho con cápsulas de compuestos químicos entre los perdigones que volaban junto a estos, describiendo la trayectoria, que es visible sobre todo en condiciones de escasa luz, ya que en días soleados el contraste lumínico resulta mucho más tenue y complicado de seguir visualmente.
Los fabricaron desde 1931 a 1946. Hubo 19 años sin sacarlos de fábrica para, a partir de 1967, retomar la producción durante solo 3 años debido a que el compuesto trazador de bismuto se deterioraba tras un largo almacenamiento, por lo que el trazador dejaba de funcionar.
Otro modelo que puede incluirse entre los trazadores de trayectorias es el Winchester AA Traacker, con un concepto diferente centrado en el taco contenedor de los plomos. Un taco diseñado para para permanecer con la carga del proyectil durante toda su trayectoria y permitir una retroalimentación visual al tirador. En el siguiente vídeo podemos ver cómo funciona.
¿Ventajas a la hora de practicar el tiro al plato?
Este tipo de munición no ha conseguido establecerse entre las preferencias de los tiradores de competición. Mucho menos entre los experimentados, que son muy exigentes con los componentes, cargas y tipos de materiales que conforman los cartuchos que disparan contra los blancos móviles. Pero los iniciantes y tiradores más novatos tampoco han apostado por su uso continuado, lo que ha conllevado que los distintos modelos trazadores para el tiro al plato hayan durado poco tiempo en el mercado. Además, los elementos que incluye el compuesto se torna altamente corrosivo para el interior del cañón del arma, obligando a una limpieza exhaustiva tras utilizarla.
Un cartucho trazador para la caza
Como hemos visto, los trazadores no son cartuchos para la caza porque contaminarían gravemente la carne del animal alcanzado debido a los químicos utilizados para conseguir esas propiedades lumínicas. Al menos hasta hace pocos años. En 2021, una empresa rusa cambió el concepto basado en el uso de químicos inflamables y desarrolló una munición de escopeta que incluye un elemento luminoso de tan solo 4 gramos que deja ver la trayectoria seguida por la carga de plomos. Se trata de la corporación estatal Rostec. El cartucho, cargado con 28 gramos fue llamado Loop-Vector, convirtiéndose en el primero con estas características para la caza. En el siguiente vídeo podemos comprobar cómo trabaja este dispositivo.