La tecnología trata de suplir a los cazadores

Según datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística, el colectivo cinegético español ha abatido más de 6 millones de jabalíes en el periodo comprendido entre los años 1985 y 2021. Esta cifra supone una media de 170.000 cochinos por temporada. Entre el primer año de la secuencia y el último se ha incremento el número de jabalíes cazados en un 1.200%. En el año 2021 se abatieron en España 43.4000 ejemplares. También se ha visto incrementado el número de capturas de corzos y rebecos.

¿Cómo se las ingenian los agricultores para ahuyentar a los jabalíes?

El aumento de la población de cochinos en gran parte del mundo ha agudizado el ingenio del mundo rural y de las empresas tecnológicas para comercializar sus productos. El uso de repelentes naturales para los cochinos, como el ajo, la cebolla, el vinagre, el tabaco, el ajenjo, el alcanfor o la orina de depredadores entre otros, son utilizados por los agricultores para tratar de evitar la presencia de los cochinos en las siembras. Se comercializan también repelentes para jabalíes que contienen aceite de pescado, harina de cereales y agente amargante. Los suidos se sienten atraídos por el cebo y al comerse las croquetas experimentan una sensación desagradable que provoca que no regresen a la siembra.

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Sonidos que pueden funcionar contra los jabalíes

Los sonidos fuertes y estridentes también son usados para espantar a los cochinos. Estos aparatos no solo reproducen grabaciones de silbatos y gritos, también tratan de ahuyentar a los jabalíes con los sonidos propios de una batida, como ladridos y disparos. Otros sistemas que se comercializan para espantar a los cochinos emiten ultrasonidos con frecuencias que van de 13.5 Khz a 45,5 Khz, imperceptibles para las personas, pero muy molestos para los animales, y ondas sónicas.

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