Un tesoro escondido: capturan en vídeo la belleza de una corza y sus tres corcinos
La corza y sus corcinos son un símbolo de la belleza y la fragilidad de la naturaleza y sin la dedicación y el amor de su madre, un corcino tendría pocas posibilidades de sobrevivir en el exigente entorno del bosque.
El vídeo de hoy, con el que la danesa @hjortshojnielsen nos da los buenos días desde su cuenta de Instagram, llama la atención por la belleza, nitidez y claridad con la que vemos la corza en su ambiente familiar retozando seguida de sus tres pequeños. Lo llamativo de la escena es el número de crías. Las corzas suelen parir un corcino, dos a lo sumo, pero tener tres no es lo habitual.
Vínculo de amor y protección
Las corzas (Capreolus capreolus), esos elegantes cérvidos que habitan los bosques de Europa y Asia occidental son madres ejemplares que brindan a sus crías, llamadas corcinos, los cuidados necesarios para su supervivencia. Dan a luz a una o dos crías en primavera o en verano. Desde el nacimiento hasta la independencia, la corza establece un fuerte vínculo con sus pequeños, guiándolos y protegiéndolos en cada paso.
Lecciones de supervivencia
Al nacer, los corcinos pesan alrededor de 1,5 kilogramos y son completamente indefensos. Sus ojos aún no están abiertos y no pueden caminar ni correr. La madre, con un instinto maternal innato, se encarga de limpiarlos y protegerlos de los depredadores. Para mantener a salvo a sus crías, la corza las esconde en lugares seguros del bosque, entre la maleza o bajo la sombra de los árboles. Las crías, con su pelaje moteado de marrón y blanco, se camuflan perfectamente en el entorno, dificultando su detección por parte de los depredadores. A medida que los corcinos crecen, la madre les enseña las habilidades esenciales para sobrevivir en el bosque. Les muestra dónde encontrar comida y agua, cómo identificar y evitar peligros, y cómo comunicarse entre sí mediante vocalizaciones y gestos corporales.
La independencia
Los corcinos se alimentan exclusivamente de la leche materna durante los primeros meses de vida. La madre los amamanta varias veces al día, proporcionándoles los nutrientes necesarios para su desarrollo y crecimiento. Alrededor de los cuatro meses de edad, los corcinos comienzan a consumir alimentos sólidos y gradualmente se destetan de la leche materna.
Aproximadamente a los seis meses de edad, los corcinos alcanzan la independencia y se separan de su madre.
Costumbres y curiosidades
Las corzas son herbívoros y su dieta se basa en hojas, brotes, frutos y setas. Son animales crepusculares, es decir, que tienen mayor actividad al amanecer y al atardecer. Pasan el día escondidas entre la vegetación, para evitar a los depredadores como los lobos, los zorros y las águilas. Por ello tienen más valor los vídeos como el que vemos hoy. Pueden correr hasta 60 kilómetros por hora. Además, son excelentes nadadoras que pueden cruzar ríos y lagos con facilidad. Tienen un exquisito sentido del oído y del olfato, lo que les ayuda a detectar a los depredadores. Es llamativa también su capacidad de adaptación que les permite vivir en una variedad de hábitats, desde bosques frondosos hasta praderas abiertas.