Descaste de conejos por daños en almendros y viñas
Los protagonistas de esta jornada de caza son tres jóvenes cazadores manchegos. A los tres cazadores no les amedrentan las altas temperaturas estivales para acudir en ayuda de los agricultores.
Uno de los integrantes de esta cuadrilla de cazadores es nuestra colaboradora habitual Ana González. La cazadora nacida en Cañaveras, municipio de la provincia de Cuenca ubicado en la comarca de La Alcarria, es una activa defensora de la caza y el mundo rural en redes sociales. Lucha por mostrar al resto de la sociedad que la caza es una actividad en la que no se hacen distinciones de sexo, color o credo. A su vez, desea demostrar a los desconocedores de la actividad cinegética su esencialidad.
Ana junto a sus jóvenes compañeros de caza.
El descaste de conejos, fundamental para mantener el equilibrio ecológico y proteger la agricultura
La cazadora nos habla de la importancia del control del conejo para paliar los daños a la agricultura: "En la jornada de caza participamos Adrián, Jesús y yo. Ninguno de los tres tenemos más de 20 años. El lugar en el que realizamos la cacería por daños, una finca de Fuente de Pedro Naharro, municipio de la provincia de Cuenca. Los cultivos afectados son viña, cereal y almendros. Los conejos, con su alta tasa de reproducción, pueden alcanzar poblaciones que dañan cultivos.
Uno de los conejos abatidos durante el descaste.
Controlar su número no solo previene enfermedades y protege la biodiversidad, sino que también asegura la sostenibilidad de la caza, una tradición que valoro y practico con respeto y responsabilidad. Esta práctica es esencial para preservar los ecosistemas que tanto amo y para garantizar que las generaciones futuras puedan disfrutar de un entorno natural saludable y equilibrado.
Una joven cazadora defiende la forma de vida de su familia en un emotivo vídeo
La caza es mucho más que una actividad; es una herencia emocional que he compartido con mi padre y mi abuelo. Cazar en buena compañía no tiene precio. Las lecciones aprendidas y los momentos vividos juntos en el campo son recuerdos invaluables que atesoro profundamente. Estas experiencias no solo refuerzan los lazos familiares, sino que también me conectan con el campo de una manera única y especial, perpetuando una tradición que espero transmitir a las próximas generaciones. Ahora, también cazo con amigos, compartiendo la emoción, las anécdotas y los buenos momentos que solo el tiempo pasado juntos en el campo puede brindar".