Cazadores granadinos luchan por la supervivencia del anfibio más amenazado de Andalucía
Club de Caza habla con los verdaderos protagonistas, los que están gastando sus recursos, tiempo y esfuerzo en ayudar a una especie de sapo en estado Vulnerable de conservación. El presidente de la Sociedad de Cazadores Sierra de Lújar nos explica los detalles.
Gracias a la gestión realizada por los integrantes de la Sociedad de Cazadores Sierra de Lújar, sobrevive un núcleo de población de sapo partero bético. La especie se localizó por primera vez en 1955. El anfibio está considerado como Especie Vulnerable, paso previo a en Peligro de Extinción, por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
Foto de Benny Trapp.
Sapos de gran importancia medioambiental
Una colonia, de las 200 existentes en zonas montañosas de Jaén, Granada, Almería, Murcia, Málaga y Albacete, de sapo partero bético ha sobrevivido en los dos últimos años gracias al agua que proporcionan a la fauna silvestre los integrantes de la Sociedad de Cazadores Sierra de Lújar.
En las 6.000 hectáreas que gestiona el grupo de cazadores se encuentra el paraje denominado Fuente de Cabrera, lugar donde habita el anfibio. Se trata de un manantial ubicado en la localidad de Órgiva. Según Paco Mario, presidente de la sociedad de cazadores, debe su nombre a la familia apodada Los Cabrera. Estos vivían junto a un rebaño de cabras en las cercanías de la fuente que se secó el pasado año.
Gestión imprescindible para la vida de la fauna cinegética y protegida
El trabajo realizado por los cazadores de esta modesta sociedad beneficia a especies emblemática de la fauna ibérica, como son el águila real o la cabra hispánica. A pesar de la abrupta orografía, los terrenos gestionados por los cazadores se encuentran en la Sierra de Lújar, macizo montañoso situado en el sur de la provincia de Granada, los cazadores mantienen 250 bebederos y comederos llenos de agua y grano durante los meses del estío.
Uno de los puntos de agua del acotado.
El sapo partero bético
Se trata de una especie de anfibio anuro de la familia Alytidae. Es endémica de Andalucía Oriental, Murcia y Albacete. La especie fue descrita por primera vez en el municipio de Canillas de Aceituno, situado en la comarca de la Axarquía, por los investigadores Arntzen y García-París. Los ejemplares adultos miden entre 32,8 y 56,5 milímetros. Es de color blanquecino o grisáceo con manchas oscuras diseminadas. Presenta tubérculos glandulares en el dorso, mientras que las falanges de sus dedos son cortas y anchas, con el extremo espatulado. Se alimenta principalmente de pequeños insectos y arañas.
Amenazas del sapo partero bético
Su escaso potencial reproductivo es uno de los principales peligros para la supervivencia de la especie. Las hembras apenas ponen de 35 a 50 huevos. Es el macho el encargado de cuidar de los huevos, desde que son fertilizados hasta que son depositados en el agua. Otra de las amenazas para la especie que preocupa a los científicos es la propagación de una recién descrita especie de hongo quitridio. Este es responsable de la extinción de poblaciones y especies de anfibios en diferentes partes del mundo. El hongo produce unos agujeros en la piel del animal y se extiende como una enfermedad infecciosa.