Objetivo cumplido: un joven devuelve dos jilgueros a su medio natural tras salvarlos y criarlos en casa
Álvaro Gil ha estado un mes alimentando a dos pollos de jilguero que se encontró en el interior de un nido caído por el viento en una plaza de su pueblo. Con gran esfuerzo ha logrado sacarlos adelante. La tarde de ayer los liberó en el huerto de su abuelo.
Ha necesitado durante más de dos semanas levantarse a las 6:30 de la mañana para alimentarlos, ya que cuando los halló aún estaban sin emplumar. A pesar de los esfuerzos del malagueño, dos hermanos de nidada no han logrado sobrevivir. La comida para los pollos la ha pagado de sus ahorros.
Alimentando a los pollos de jilguero.
Heredero de una dinastía de cazadores
El amor por la naturaleza y los valores de Álvaro Gil son consecuencia de la educación que ha recibido por parte de sus padres y sus abuelos. Su padre, Diego Gil Ponce, es un reconocido criador de podencos andaluces. Este y su progenitor han enseñado tanto a Álvaro como a María, hija también del cazador, el respeto que deben de tener por la naturaleza y cómo cuidar de ella.
Diego ha alimentado a los jilgueros cinco veces al día durante un mes.
El niño no ha escatimado en esfuerzos para salvar a los pollos de jilguero que encontró. Y todo esto, pese a que nadie pensaba que pudieran sobrevivir sin la ayuda de sus padres. Para lograr su objetivo, les ha dado de comer cinco veces al día antes de comenzaran a comer solos.
Vídeo de la suelta de los jóvenes jilgueros.