Unos desvergonzados jabalíes destrozan el jardín de un traillero asturiano
Ni la presencia del cazador en el interior de la vivienda ni la cercanía de las instalaciones en las que se encuentran los perros de la raza grifón azul de Gascuña han evitado los destrozos que han provocado los cochinos en la zona ajardinada.
La Consejería de Recursos Naturales del Principado de Asturias baraja la presencia de 60.000 jabalíes en la comunidad. Un estudio realizado por la Universidad de Oviedo cifra en 25000 los ejemplares de la especie que hay que controlar por temporada en Asturias. Actualmente se cazan unos 10.000 cochinos anuales.
La osadía de los jabalíes parece no tener límite
El cazador mientras muestra los daños ocasionados por los cochinos, han levantado la tierra del jardín y derribado parte de las piedras del muro que lo protegían, bromea con el atrevimiento de los suidos responsables del estropicio. Javi Peru vive en La Riera, parroquia de mayor extensión del concejo de Cangas de Onís, en el Principado de Asturias. La edificación se encuentra en un lugar privilegiado, a 4 kilómetros del Santuario de Covadonga. Caza jabalíes en un terreno limítrofe al parque nacional de los Picos de Europa, ubicado en la parte central de la Cordillera Cantábrica.
Javi tras una batida con sus perros de caza y un jabalí abatido por la cuadrilla asturiana.
La raza de perro elegida por el cazador para localizar a los cochinos es el grifón azul de Gascuña, originaria de la región francesa de Gascuña. La raza es reconocida por la Federación Cinológica Internacional. La cuadrilla a la que pertenece el traillero, al igual que el resto de cazadores del Principado, aumentará sus esfuerzos, aún más su cabe, para limitar el número de cochinos en Asturias. Sobre todo, tras comprobar en sus propias carnes los destrozos que son capaces de ocasionar en zonas ajardinadas de núcleos urbanos, pero también, como así sucede casi a diario, en las huertas particulares de los vecinos de gran parte de la cornisa cantábrica.