Gestión para reducir la predación de los jabalíes a las crías de conejo
Granada

Gestión para reducir la predación de los jabalíes a las crías de conejo

Un gestor cinegético y propietario de una finca con una alta densidad de jabalíes, perdices y conejos nos explica como minimizar los daños que producen los cochinos en las parideras de los lagomorfos.


Las conejas no paren en las huras. Lo hacen en unas pequeñas cámaras que excavan en la tierra pocos días antes del parto. A diferencia de sus madrigueras habituales, las gazaperas no tienen la misma profundidad. Están a escasa distancia de la superficie ya que la hembra retira a diario varias veces la tierra que las cubre para amamantar a las crías.

Jabalíes que se han habituado a alimentarse de gazapos

Antonio, gestor de una finca de caza, situada en la Alpujarra granadina, a más de 1.500 metros de altitud, José Alberto y Alfonso Parejo realizaron anoche una espera para controlar los daños que estaban ocasionando los jabalíes en tres zonas del coto en las que hay un abundante número de gazaperas. Antonio días antes de realizar el aguardo había observado con un monocular térmico cómo tres machos visitaban a diario las proximidades de los majanos.

Una gazapera de conejos y sus crías, grabada con todo detalle

Al inspeccionar estos lugares por la mañana, comprobó que había varias gazaperas destrozadas. La escasa hondura de la madriguera permite a los jabalíes detectar la presencia de los gazapos. Los cochinos poseen un excelente sentido del olfato. Se estima que es al menos mil veces más sensible que el de los humanos.

 

Los cazadores abatieron los tres jabalíes problemáticos

Para evitar que estos tres machos continuaran causando estragos en la población de gazapos, los cazadores los esperaron en los puntos en los que estaban ocasionando los daños. Antonio, José Alberto y Alfonso lograron su objetivo y abatieron los tres cochinos que buscaban. Dos de ellos fueron recuperados la misma noche de su abate, mientras que el tercero de los ejemplares será rastreado esta mañana con un perro de sangre. El gestor cinegético no se limita, como en esta ocasión, a capturar machos en la finca en esta época del año, también abate hembras sin crías.

Cinco cazadoras en una jornada de espera al jabalí inolvidable

El cazador, además de realizar esperas para controlar el número de cochinos, siembra para la caza y mantiene los almendros e higueras abandonados para que los jabalíes encuentren fácilmente alimento y no se vean obligados para subsistir a comer huevos, perdigones o gazapos.

 


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