La hora de la siesta de una nidada de perdiz roja
Gracias a un reclamista de la provincia de Jaén podemos contemplar la vida diaria de un bando de perdigones. El cazador ha inmortalizado el crecimiento de los pollos desde el día que rompieron el cascarón.
El cuquillero, de 32 años, vive con pasión la caza de la perdiz roja con reclamo los 365 días del año. Dedica gran parte de su tiempo libre a ciudar de sus pájaros. Cuando llega la época de caza coloca diferentes dispositivos de grabación en el lugar que realiza el puesto. Su objetivo, una vez a finalizado la temporada de caza, es revivir cada uno de los lances y observar el comportamiento de sus reclamos y de los pájaros autóctonos que se enfrentan a ellos.
Crecimiento de una nidada de perdiz roja
A finales de marzo nacieron los pollos que protagonizan este artículo, tras 23 días en la incubadora.
Los nueve perdigones que se encontraban en el interior de los huevos que puso la hembra, nacida en cautividad en la vivienda de Pedro Buendía, lograron salir del cascarón. A pesar de los cuidados que les ha dispensado el cazador, dos de ellos han perecido. Sus siete hermanos que han logrado sobrevivir ya cuentan con dos meses y 10 días.
El reclamista los alimenta con hojas, semillas, pienso y gusanos. Tras un atracón de comida el sueño vence a los pollos. Estos se agrupan antes de cerrar los ojos. Las perdices en estado salvaje se juntan a la hora de dormir para compartir el calor corporal y combatir a los depredadores.