Un dron salva la vida de tres corzos de morir en un campo de minas de Ucrania
Una cámara térmica instalada en un dispositivo aéreo no tripulado graba la complicada labor de guiar a tres ungulados fuera de una zona minada sin que sufran daños por las bombas. La intervención del piloto evita la muerte de los cérvidos.
Ucrania, tras más de dos años de conflicto, es el país del mundo con un mayor número de minas terrestres en su territorio. Y todo esto, a pesar de que su uso se prohibió en el año 1997 en el Tratado de Ottawa. Acuerdo al que no se adhirieron Rusia, China y Estados Unidos. Alrededor del 30 por ciento del país tiene presente en su suelo restos de explosivos o minas, según un informe elaborado por GLOBSEC, un grupo de expertos con sede en Eslovaquia.
Las minas antipersonas y las municiones sin detonar han acabado con la vida de 42 niños y herido gravemente a 109 durante el último año, según cifras del Gobierno de Kiev. Se necesitarán años, tras la finalización del conflicto, para limpiar de explosivos Ucrania. Durante la guerra se están eliminando explosivos de algunas de las zonas más pobladas con la ayuda de perros. Patrón, un jack russell terrier, ha sido capaz de detectar más de 200 explosivos. Su labor le ha llevado a recibir una condecoración por parte del gobierno ucraniano.
La fauna silvestre también es víctima de la guerra en Ucrania
No solo las personas se están viendo afectadas por el conflicto bélico, también los animales están padeciendo sus consecuencias. Tres corzos han tenido la mala suerte de penetrar, según detalla un portal ucraniano, en un campo minado. En el suelo podemos ver algunos de los cráteres producidos por las explosiones. Una persona que vigila la zona con un dron dotado de cámara térmica se percata de la presencia de los animales.
La reacción del piloto del dron al ver a los ungulados en la peligrosa zona es tratar de sacarlos del campo en el que se encuentran los explosivos utilizando el dispositivo aéreo no tripulado como ahuyentador. Con maestría, conoce los lugares en los que se encuentran las minas y, no sin falta de suerte, guía a los cérvidos hasta una parcela en la que no hay peligro enterrado.
