El epagneul bretón, una de las razas predilectas entre los cazadores de menor

El epagneul bretón, una de las razas predilectas entre los cazadores de menor

Este pequeño perro de muestra es uno de los más polivalentes compañeros en las jornadas de caza por ser un buen cobrador y un excelente rastreador además de no asustarse con el trabajo en el agua.


Conocido popularmente por distintos nombres como spaniel bretón o bretón español esta raza de perro de origen francés, pero con influencia británica recibe el nombre de epagneul bretón. Es el perro de muestra más pequeño, aunque está clasificado como una raza mediana.

Lance ante una perdiz tras la muestra del epagneul bretón.

Sus orígenes

En la Edad Media ya se utilizaban los antepasados del epagneul bretón en la cetrería con halcones. Con el paso de los siglos y tras algunos cruces con setter y diferentes spaniels, se materializó con su forma actual. Como los demás perros de muestra franceses, este también se bautizó por su origen: sus raíces se encuentran en la Bretaña francesa y el nombre de epagneul, contrariamente a lo que pueda parecer, no proviene de la palabra “español” sino del verbo francés “espanir”, que significa tumbarse o agazaparse, acción típica de este perro cuando se aproxima hacia a la presa.

Cobro.

Sobre su aspecto físico

Las características típicas del spaniel bretón son las orejas caídas triangulares, la constitución ágil y fuerte, y el pelo largo. Los machos alcanzan una altura de cruz de 51 cm y las hembras, de 50 cm. Puede tener una cola naturalmente corta, pero no es imprescindible. Su pelaje es denso y delgado, plano y un poco ondulado. El color blanco y naranja es actualmente el más famoso, pero también puede ser negro, con manchas marrones o roano. Las marcas blancas suelen ser grandes y limpias. Es un perro elegante, vigoroso y membrudo con una fisonomía que demuestra, ante todo, inteligencia.

Bretón y codorniz.

Inteligente, simpático y sereno

Mientras pueda hacer suficiente ejercicio, el epagneul bretón siempre es cordial y mando, y se deja guiar fácilmente. Acepta su estrecho vínculo con el líder de la manada y muestra una gran obediencia, siempre que reciba un adiestramiento indicado. Esta raza es inteligente y atenta. Si bien es un cazador apasionado, en general tiene poca agudeza innata. Aprende rápido y de buena gana, por lo que el adiestramiento no suele dar problemas. Estos perros deben recibir formación de caza para encauzar su gran instinto como es debido y poderlo controlar bien.

 

Máximo nivel de aceptación entre los cazadores

Donde más cómodo se encuentra el epagneul bretón es en la jornada de caza ya que ahí puede dar rienda suelta a su pasión y demostrar su talento, sacar su tremendo instinto de búsqueda, y su, prácticamente infalible, capacidad olfativa. Mientras que en Francia se utiliza sobre todo para la caza de becadas, en los demás países también es empleada para otro tipo de presas como la perdiz o el conejo.

La parada o muestra del epagneul bretón es firme y elegante.

De esta raza sí podemos asegurar que goza de una gran consideración entre los cazadores y de una admiración extrema e incondicional en su tierra de origen, donde es una de las razas top, encabezando todas las encuestas de popularidad del país galo.

Cobrando perdiz.

Una raza polivalente

Es un perro ágil, leal y enérgico que, con un buen entrenamiento es capaz de adaptarse a todo tipo de terreno en el que le metamos a cazar ya sea bosque, llanuras, monte, etc. Asimismo, es un perro que resiste muy bien el frío y la humedad. Como cobrador es muy apreciado, e incluso se le ha utilizado exclusivamente en funciones de retriever. En definitiva, un estupendo perro para caza menor, ya sea pluma o pelo, con una gran vocación becadera. Como dice su estándar de trabajo, su búsqueda es inteligente, metódica, sin ser mecanizada, demostrando que el perro caza “permanentemente”, adaptándose a la naturaleza y a la configuración del terreno para continuar constantemente en contacto con su conductor.

 

Grandes dotes de cazador

Cuando caza se muestra alegre, vivaz y confiado, infundiendo confianza y ánimo al cazador, incluso sin hallar caza. Sus correteos, el continuo ir y venir, el zigzagueo y las vueltas hacen las delicias del cazador aficionado a este perro. Tiene una desbordante alegría para su pequeño tamaño y actúa con rapidez, batiendo el cazadero con la cabeza en alto, mostrando que todo él es pura tensión nerviosa y potencia muscular.

Caza al salto de conejos con epagneul bretón

Sabe buscar con inteligencia, por lo que es muy considerado por las personas que cazan en mano, y aunque su olfato, como hemos dicho, dista mucho de la agudeza de las razas británicas, cumple con creces lo que cualquier cazador exige para la codorniz, la perdiz o el conejo.

 

Firmeza en la muestra e instinto en el cobro

Muestra con firmeza, siendo el único epagneul que hace tal cosa, y aunque su muestra no sea demasiado espectacular tiene la misma fijeza que los británicos. Su parada es con la cabeza bien alzada, captando las emanaciones de la pieza que señala al cazador y sube con mucha autoridad y seguridad para bloquear la caza.

Espectacular muestra de tres bretones a un conejo en una espartera

También tiene innato el instinto de cobrar, por lo que no precisa el trabajo de adiestramiento. Busca con insistencia la pieza abatida, venteando con el hocico al suelo en busca del rastro si la pieza huyó herida, para cobrarla finalmente y entregársela a su amo. Es interesante reseñar que en el cobro es muy cuidadoso y tiende a entregar la pieza sin rasguños, limpia e incluso viva si sólo quedó malherida.

Un cachorro de epagneul bretón cobra su primera perdiz roja

 

Especialista en becada y codorniz

Todas las temporadas durante la media veda el epagneul bretón demuestra su buen hacer especies migratorias como la codorniz. Muestra una pericia natural sobre la misma, perfecta adaptación al terreno y meticulosidad en su búsqueda. Es un animal duro, bien curtido que posee gran resistencia tanto al calor como a la ausencia de agua, soportando bien la sed. Su velocidad, su inteligencia natural y su resistencia a la dureza de los páramos codorniceros le hacen elección casi obligatoria para el pleno verano, cuando se desarrolla la caza de media veda.

La caza de la codorniz como nunca la habías visto: grabada por el perro de muestra

Asimismo, es una raza con gran acierto para “la dama del bosque”. Su andadura y su búsqueda inteligente le permiten una perfecta adaptación a la topografía de la pieza; su reducido tamaño y su fortaleza le permiten sortear todo tipo de obstáculos, matas, zarzales… lo que le convierte en un competente perro de muestra para los dificultosos terrenos en los que se oculta la becada en el norte.

Un espectacular lance de caza a becada con epagneul bretón

Cuidados que precisa esta raza

El epagneul bretón es un perro muy activo y dada su gran energía necesita mucho ejercicio físico cada día, aproximadamente dos horas. Además, lo ideal es que realice actividades que lo estimulen tanto física como mentalmente. Son buenos los paseos diarios y, ya que se maneja muy bien en el agua, llevarlo por zonas donde haya ríos sería lo ideal. Al ser una raza de caza, disfrutará de actividades relacionadas con sus instintos naturales como participar en juegos de búsqueda o entrenamiento de rastreo para estimular su sentido del olfato y su habilidad.

Para cuidarle el pelaje, eliminar la suciedad y evitar que se enrede, hay que cepillarlo cada día. Asimismo, también es importante revisarle las orejas varios días a la semana para evitar cualquier tipo de infección. Su alimentación debe ser equilibrada y de alta calidad, evitando los cereales en su dieta, y dividiendo la toma en 2 veces. Es importante recordar que el adiestramiento temprano y consistente es esencial para este perro. Es conveniente utilizar métodos de refuerzo positivo y recompensas para enseñarle comandos básicos, buenos modales y habilidades de obediencia. Como todos sabemos, el entrenamiento también promueve una relación fuerte y de confianza entre el dueño y el perro.

 

Adquirir un epagneul bretón

La decisión de adoptar o comprar un epagneul bretón depende de las circunstancias personales y preferencias individuales. Si se piensa en la compra, un cachorro de esta raza puede costar entre 500 y 1500 euros. Esta variación depende de diferentes factores, como la reputación del criador, el pedigrí del perro, la calidad de la línea de sangre, el cumplimiento de los estándares de la raza y la demanda en el mercado.

 


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