Una enorme hembra de jabalí planta cara a dos perros protectores del ganado para proteger a sus crías
Dos kangales turcos realizan su trabajo. Esta vez, frente a una jabalina con cinco crías de escasa edad. Pero todo cambia cuando se acercan demasiado a los rayones.
En las vastas praderas turcas resulta común que los pastores y sus rebaños compartan espacio en algún momento con la fauna local. Allí, el kangal turco tiene que afrontar un trabajo duro y constante ante animales a los que considera amenaza real para el ganado. Los hemos visto enfrentarse a serpientes, pero también a depredadores voladores, a lobos e incluso a drones que sobrevolaban el rebaño. Pero, sobre todo, a jabalíes. En esta ocasión se trata de una hembra con cinco rayones muy pequeños, a los que intenta alejar de los perros.
Una peligrosa jabalina
La jabalina no busca confrontación. Huye del acoso de los perros a toda prisa, pero sin alejarse de los rayones que la siguen a duras penas. Pero su actitud cambia radicalmente cuando uno de los mastines se aproxima demasiado a la última de las crías. En ese momento surge el instinto de protección y la huidiza madre se convierte en una peligrosa amenaza para los canes.
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Un animal enorme protegiendo a sus crías
La hembra de jabalí ha alcanzado un tamaño descomunal. Cuando llega a ponerse al lado de los perros a los que persigue comprobamos que les supera en corpulencia. Y eso se convierte en un factor determinante en lo que sucede a continuación. No es otra cosa más que la cochina se impone a los canes. Los persigue, incluso casi llega a embestir a uno de ellos, los aleja de sus crías y, cuando ha dejado claro que no deben seguir molestándoles, vuelve junto a su prole para seguir su camino.
