Un corzo frota sus cuernas con unas cadenas: así marca su territorio
En alguna ocasión hemos visto corzos atrapados en alambradas o incluso arrastrando parte de estas estructuras, incluso cuerdas, enganchadas en sus cuernas. Aquí tienes la explicación gráfica de cómo se origina el problema.
Un corzo macho, dotado de unas cuernas largas y simétricas, las frota contra una cadena que delimita una finca rural. En varios instantes del metraje del vídeo, una punta queda presa durante un segundo entre los eslabones, que parece elaborada en plástico. Afortunadamente, el animal no queda preso de ella y continúa con su afanada tarea de pasar las astas por la cadena.
Muy fácil quedar enganchados
Debido a la conformación de estas cuernas, que básicamente podemos describir como estructuras óseas ramificadas con varias puntas y que caen cada año para renovarse y volver a crecer, no resulta extraño que puedan quedar atoradas en los lugares en los que suelen frotarlas.
Un cazador cambia el día de caza por salvar la vida de un corzo enganchado a una valla
Y dependiendo de varios factores, como si son descubiertos por alguien que se preocupe de intentar rescatarlos o del volumen de la estructura en la que queden enganchados, estos animales pueden llegar a perder la vida. En la memoria tenemos el caso de dos ejemplares macho que murieron al quedar atrapados por una gran red de pesca.
Este joven corzo quedó atrapado en una malla. Pulsa en la imagen para ver el vídeo.
Cuando dos corzos quedan enganchados por sus cuernas
Pero también hemos comprobado cómo estos animales, en las luchas enceladas que les llevan a enfrentarse a otros machos para convertirse en el dominante de una zona concreta, lo que le da privilegio a la hora de aparearse con sus hembras, también pueden quedar atrapados por sus cornamentas.
Dos corzos quedaron enganchados por sus cuernas durante una cruenta batalla encelada. Pulsa en la foto para ver el vídeo.