Caza un impresionante jabalí mientras está recechando corzos en el prepirineo catalán: 125 kilos y medalla de oro
Crónicas de caza

Caza un impresionante jabalí mientras está recechando corzos en el prepirineo catalán: 125 kilos y medalla de oro

El cazador sorprendió al macho en una siembra de un coto social. Según el recechista, el cochino, con unos colmillos de 21 centímetros de longitud y 2,46 de grosor, ha obtenido una puntuación de 115,65 puntos en la medición en frío del trofeo.


Antonio Aguilera, cazador de 48 años nacido en la provincia de Barcelona, ha abatido 7 ejemplares oro, 14 platas y 8 bronces en los 26 años que cazando jabalíes. El mayor cochino que ha cazado el catalán en su trayectoria cinegética lo abatió en una batida en Huesca. Alcanzó los 154 kilos y una puntuación de 118,45 puntos.

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Rastro que dejó el jabalí herido.

Un especialista en la caza de jabalíes

Una tarde de finales de abril el cazador se dirigió al acotado en el que caza habitualmente en la provincia de Barcelona. El cazadero está situado a más de 1.500 metros de altitud. Su objetivo era abatir un corzo con un importante trofeo al que había visto en varias ocasiones en un cultivo de cereal.

A las 21:00 horas, mientras estaba tratando de localizar al pequeño ungulado, vio a 155 metros, según la medición del telémetro, un jabalí de gran tamaño. Al observarlo con detenimiento con los prismáticos, pudo distinguir sus largos y gruesos colmillos. Se tumbó en el suelo para asegurar el disparo. Apretó suavemente el gatillo de su rifle Bergara B14 del calibre .308W.

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El jabalí pesó 125 kilos. Apareció a solo 5 metros del último lugar en el que el cazador pudo verlo.

Un disparo certero

Pudo escuchar claramente el impacto de la bala en el cuerpo del macho. A pesar de encajar el balazo en su punto vital, logró refugiarse en la espesura. Con buen criterio Antonio esperó a la mañana siguiente para su recuperación. Bien temprano se personó con un amigo en el lugar del lance. En un primer momento volvió a intentar localizar al corzo que buscaba el día que cazó el cochino. Esa fecha tampoco apareció el macho.

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El catalán, reconoce que la suerte que tiene con los jabalíes le falta con los corzos. Encontraron al macareno en el interior del monte, a 5 metros del último punto en el que lo vio el cazador horas antes.

 


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