Una perdiz roja viene a verme a mi ventana
Vivir en el campo se convierte en un privilegio para todos aquellos que aman la naturaleza. Un cazador sevillano tiene la fortuna de poder oír y ver a diario desde su dormitorio a un macho de perdiz roja lanzando su llamada al campo.
Fran García Marchena y su hermano José Luis disfrutan la suerte de vivir en el cortijo de una finca de más de 1200 hectáreas de monte y campiña situada en la localidad sevillana de Las Cabezas de San Juan. El segundo también trabaja en la propiedad, es el guarda rural del acotado.
Una vida dedicada al cuidado de la naturaleza
Los hermanos García Marchena han heredado el amor por los animales y todo lo relacionado con el mundo rural de su padre, también guarda de caza de la finca sevillana. Fran ayuda a su hermano en todo lo que es posible en el cuidado del coto. De los bebederos colocados en el terreno se benefician tanto especies cinegéticas como protegidas. Ellos mismos fabrican sus propios puntos de agua. Han comercializado el molde para realizarlos con el objetivo de ayudar al colectivo cinegético a la construcción de bebederos de una manera económica.
Un vídeo que será la envidia de muchos perdiceros
El cazador ha querido compartir con todos los usuarios de Club de Caza el momento que vive cada mañana y al atardecer gracias al macho de una collera de perdices que ha anidado en las proximidades del cortijo.
El pájaro cada día regala a Fran su canto, ya que utiliza de pulpitillo un promontorio de tierra que se encuentra a pocos metros de la ventana del dormitorio del sevillano. La confianza entre la patirroja y el cazador es tal que continúa cantando mientras que Fran se asoma por la ventana de la habitación.