Perros levantadores para caza menor: cocker y springer spaniel inglés

Perros levantadores para caza menor: cocker y springer spaniel inglés

Levantar a la caza a distancia de disparo de escopeta y disfrutar del trabajo incansable del perro. Además, contar con la certeza de que, por mucho que las perdices, conejos, liebres y otras especies se internen en lo más intrincado del monte, hasta allí llegará la nariz del spaniel para conseguir desalojarlo. Todo son ventajas con estos perros.


Cocker spaniel inglés y dos springer spaniel: el inglés y el galés. En total, tres razas, entre otras muchas, de canes especializados en la búsqueda de presas de costumbres tan diferentes como el conejo, la perdiz o la becada y que nacieron de la necesidad de seguirlas por muy complicado que fuera el entorno al que el cazador y sus perros acudieran.

Los spaniels en la historia de la cinofilia y la cinegética

Estamos ante una variedad canina que se diferenció hace ya siglos de los perros que se utilizaban sobre todo en la caza de acuáticas. Aquellos perros se denominaban water spaniel. Entre ellos, encontramos el Irish wáter spaniel. Con un manto que le permite dedicar largas horas de trabajo en el agua. Antes de esto no existía diferencia alguna entre los perros utilizados en la caza en agua de los que servían al cazador en tierra firme.

Irish wáter spaniel o spaniel de agua irlandés.

Los land spaniels conforman en tronco a partir del cual evolucionaron y se desarrollaron las razas británicas de spaniels de las que disfrutamos hoy. Esto fue llevado a cabo gracias a la labor interesada de los propios cazadores, que buscaban al mejor de los perros para la caza en terrenos complicados para el resto de canes. Fue en el año 1892 cuando el Kennel Club inglés clasifica como razas separadas a los land spaniels, otorgándoles los nombres que ostentan hoy. Sin embargo, los más puristas se resistían a admitir que se trataba de dos razas diferentes por el mero hecho de la diferencia de tamaño entre sus ejemplares. Diez años después se constituyó el Cocker Spaniel Club de Inglaterra.

A la hora de plantearnos caza con un spaniel, tenemos varias opciones entre las que elegir. Las más extendidas en nuestro país las conforman el cocker spaniel inglés y el springer spaniel inglés, ya que contamos con más criadores y cazadores especializados en estas razas que en otras como el pariente galés del springer inglés o como el clumber o el sussex spaniel, con presencia casi anecdótica en nuestros cazaderos.

Springer spaniel inglés cobrando codorniz.

Cazan especies de pluma y de pelo

Analizando la primera opción, debemos tener en cuenta que el término “cocker” deriva de la pieza en la que se especializó este pequeño cazador, lo que los ingleses llamaron woodcock y que en España se traduce como becada. En efecto, el cocker es el perro inglés especialista en buscar, encontrar y levantar becadas. En un primer momento, el más pequeño de los spaniels (con una altura a la cruz de entre 39 y 41 centímetros en los machos y de 38 ó 39 en las hembras, pesando tan sólo entre 12,5 y 14,5 kilos) trabajaba para las aves rapaces en las artes cetreras que llegaron de oriente medio.

Pero no hay que encasillar al cocker en la caza de la becada. Lleva muchos años demostrando que cualquier especie que se oculte en el monte, como el conejo, la liebre, la perdiz…

Con un entrenamiento adecuado, que perfeccione los instintos y las aptitudes para la caza de estos pequeños, obtendremos un perro levantador que caza siempre en contacto con su dueño, pendiente de él, de manera eficaz. Esas jornadas siempre serán algo para recordar, viendo el trabajo del perro, en estrecha relación con él, llevándole a las querencias que conocemos en el coto y dejando que él nos conduzca allí donde su nariz le dice que se encuentran las piezas que queremos abatir.

Cocker spaniel inglés cobrando perdiz.

Líneas generales que marcan el estilo de caza de los spaniel

No pensemos que con comprar un cocker ya lo tenemos todo hecho. El cazador siempre tiene que poner mucho de su parte para conseguir un perro que se adapte a su manera de cazar. De esta forma, hemos dicho que el cocker caza para la escopeta, pero eso no supone que nunca se alejará de ella, pues su pasión, casi ansia, por encontrar caza podrá más que un buen adiestramiento y le llevará a seguir los rastros que descubra, más cuanto más frescos y fuertes sean. Por ello, debemos aprender a cazar con un spaniel. Esto también se aplica al springer.

Es responsabilidad nuestra reconocer cuándo nuestro perro nos “dice” que va siguiendo los pasos de un conejo desencamado o de una perdiz que lleva delante. El perro rabeará con alegría, no despegará la nariz del suelo, seguirá el rastro con pequeñas paradas para asegurarse de que lleva el camino correcto, y volverá sobre sus pasos cuando crea que ha perdido la referencia que sigue. Ahí es cuando el cazador debe andar con presteza, permanecer atento, seguir de cerca a su spaniel, rodear las matas por las que entre, ya que la salvajina (ya sea conejo, perdiz o lo que le lleve rastreando) intentará huir dejando al perro atrás.

Este tipo de situaciones suele plantear confusión en el cazador que no conoce la manera de cazar de los spaniels. O hay que pensar que nuestro perro caza solo o que caza para él, que se aleja. Al contrario, no hace más que decirnos lo que está sucediendo, avisándonos de cómo evoluciona su trabajo. Nosotros tenemos la obligación de reconocer las señales que nos ofrece y actuar en consecuencia, en este caso, siguiendo al perro de cerca y previendo la salida de la presa para poder efectuar los disparos en las condiciones más favorables para conseguir el abate.

Springer spaniel inglés cobrando conejo.

¿Quieres un perro infalible en la búsqueda y el cobro?

Cada vez son más los cazadores que se decantan por tener a su perro cerca, disfrutando de su trabajo, observando cada evolución que efectúa, en esa relación tan íntima que se establece con un perro que caza de esta manera. Esto se ha incrementado en estos tiempos locos en los que el conejo pisa con una fuerza renovada nuestros campos, cada vez más numeroso en muchos entornos de nuestro país, y donde la perdiz pone cada vez más difícil el mero hecho de verlas durante la jornada de caza, y qué vamos a decir de permitirnos hacer una buena percha de patirrojas. En estos tiempos de caza escasa y que se oculta en los lugares más inaccesibles, un buen spaniel se convierte en un garante idóneo a la hora de localizar caza.

La búsqueda si llevamos uno o varios perros de este tipo es algo que no para en toda la jornada. Buscan y rebuscan allí donde otras razas simplemente no pueden. Meten la nariz en cualquier recoveco, y si les llega el más mínimo rastro de la pieza, la cabeza y el cuerpo van detrás, aunque tengan que “partir” el monte para conseguirlo. Los espinos, las ramas entrelazadas, los matojos más densos… nada los detiene. Y cuando consiguen dar con la pieza, si esto se produce en la maraña de ramas, estos perros no se detienen hasta que la sacan de allí o la capturan por sus propios medios. No es extraño ver salir de la mata a un buen springer ensangrentado con el conejo recién capturado en la boca, orgulloso, para entregárselo a su dueño y, acto seguido, continuar con la tarea.

Springer spaniel inglés. A la dercha, cocker spaniel inglés.

Convivir con un spaniel

Además de todo lo comentado, si tenemos en cuenta el carácter de estos perros en la convivencia en el día a día, encontramos más ventajas de las que hemos señalado hasta el momento. Tanto el cocker como el springer son razas alegres, juguetonas e inteligentes. Muestran su enorme energía en casa, por lo que debemos suministrarles su ración diaria de ejercicio si queremos que su carácter se mantenga en un estado equilibrado. Cuando son cachorros no hay perro que evoque más ternura que estos “peludos”.

En cambio, vivir en familia con un spaniel implica que nos dediquemos a este perro, sobre todo si queremos (como debe ser) mantenerlo en perfectas condiciones. El acicalado de su pelo es algo que no debemos dejar mucho tiempo, pues se le pueden formar nudos que nos obligarán, en el peor de los casos, a rapar su pelo, quitándole la mejor protección que tienen durante su duro trabajo en el monte.

Las orejas son otro punto que debemos vigilar. SI no las mantenemos en prefectas condiciones higiénicas, pueden sufrir otitis, más común en los perros que no cuentan con ventilación en los oídos, debido a que sus orejas, además de ser caídas, cuentan con abundante pelo.

Cada vez que volvamos de caza o del campo, echaremos un vistazo también a sus patas y pies, para retirar cualquier cuerpo que quede prendido al pelo de estas partes delicadas, sobre todo en los espacios interdigitales, de donde, antes de salir al campo, debemos cortar todo el pelo que podamos.

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