Un encuentro demasiado íntimo con un enorme ciervo
Pocas veces se grabará un vídeo similar en el que un majestuoso ciervo se acerca a una persona sin percatarse de su proximidad.
El animal avanza por el monte ajeno a la persona a la que se está acercando. Las cuernas, esplendorosas, en el principio de la grabación se confunden con las ramas de los árboles. Cuenta con múltiples puntas, destacando las luchaderas, es decir, las que se prolongan hacia delante, y las coronas, muy gruesas, sobre todo la derecha.
Su olfato le alerta de un posible peligro
Tranquilo y a paso lento, llega a escasos metros y no es hasta que se encuentra a esta reducidísima distancia que se da cuenta de que no está solo y que casi choca con un ser humano. Su sentido del olfato ha sido el que le ha prevenido. En ese preciso momento reacciona rápidamente y comienza una frenética huida para alejarse del posible peligro.
El ciervo se desplaza por una senda esculpida en el suelo de ese bosque por estar tomada habitualmente por los habitantes de este entorno. Las pisadas que podemos apreciar en el suelo así nos lo confirman. Es algo que ha tenido en cuenta el autor del vídeo a la hora de posicionarse y comenzar a grabar.