Dos manadas de lobos se enfrentan y ni una valla de 2 metros los detiene
La especie que más bajas origina en ejemplares de lobo es el propio lobo. Cuando dos manadas se encuentran, la confrontación territorial lleva a intentar acabar con los competidores. Y este vídeo se convierte en el mejor ejemplo.
Una valla destinada a no dejar pasar a animales como el jabalí, el ciervo o el corzo resulta inoperante para los lobos, a pesar de los 2 metros de altura coronados con alambre de espino. Sobre todo, cuando la provocación es de una magnitud tan relevante.
Nos desplazamos hoy hasta los montes del Parque Nacional de Hoge Veluwe y Planken Wambuis, en Países Bajos. Allí, el lobo se recuperó a partir de 2018, casi 150 años después de su desaparición. Desde entonces, son siete las manadas que viven en los terrenos del parque, y hay contabilizadas, al menos, dos más ubicadas en Drenthe y Drenthe-Frisia. El pasado año, las autoridades del país aseguraron que habían detectado 39 cachorros nacidos ese año.
El crecimiento es exponencial cada año y la población rural local está sufriendo las consecuencias de la obligada convivencia con los depredadores. Ataques al ganado e incluso una denuncia de un granjero que se enfrentó a un depredador solitario que atacaba a sus ovejas se han sucedido desde hace pocos años.
Graban a una manada de lobos acosando al ganado: su objetivo es un ternero, pero la madre lo defiende
Lobos contra lobos
Pero hoy nos detenemos en unos vídeos que llaman mucho la atención gracias a la violencia que demuestran estos animales con sus propios congéneres. El motivo: la lucha por el territorio.
Los responsables del parque han preguntado a dos expertos en comportamiento de esos depredadores para resolver algunas de las cuestiones que nos hacemos todos al ver cómo reaccionan estos lobos al encontrarse a ambos lados de la alambrada. Se trata de Dick Klees y Glenn Lelieveld, que explican que “en el vídeo vemos dos manadas separadas por una valla. A la izquierda de la valla está el Parque Nacional De Hoge Veluwe y a la derecha está Planken Wambuis. Allí, los lobos delimitan su territorio y protegen sus fronteras. Esto sucede durante todo el año, pero se acerca la época de apareamiento. Los cambios hormonales ejercen una presión adicional sobre la posesión y el mantenimiento de un territorio”.
Sin esa valla, ¿los mordiscos habrían sido inevitables?
Esta es la pregunta más repetida al ver las imágenes. Ambos expertos explican que “Se trata principalmente de un comportamiento desafiante en el que los números juegan un papel importante. Son cinco contra tres. Al fondo, a la derecha, se pueden distinguir unos ojos en el borde del bosque, lo que indica que hay al menos un lobo extra que no se muestra. "
Para ambos investigadores de fauna salvaje, “la tensión aumenta mucho gracias a la valla”, que se convierte en barrera física y enaltece la fiereza de los animales al ver que no se pueden enfrentar directamente”.
Un lobo consigue saltar la valla
Si nos fijamos bien, uno de los depredadores supera los dos metros de alambre y pinchos para llegar al otro lado: “El animal que primero salta la valla es un miembro de la manada de Hoge Veluwe. Primero da la vuelta a la esquina hacia la manada de Planken Wambuis y luego decide saltar la valla otra vez. Pasar y unirse al frente. Así que este lobo regresa y se une al resto nuevamente”.
Se trata de un lobo alfa que salta la alambrada con frecuencia. Tras su último salto, los lobos del otro lado se retiran.
Lobos que matan a lobos
Afortunadamente para los lobos, se han encontrado con una barrera física que los separa. De otra manera, esto podría haber acabado de otra manera, ya que, como indican los biólogos, “Las causas naturales más importantes de muerte en los lobos son las peleas territoriales. Pero estas peleas sólo se emprenden si realmente hay mucho en juego”.