No te pierdas este impresionante vídeo de unas aves que caminan bajo la nieve dejando un claro rastro en el suelo blanco y que arrancan en vuelo cuando las descubren
Estamos ante el gallo rabudo de las praderas, Tympanuchus phasianellus, un ave galliforme de la misma familia, Phasianidae, que nuestra perdiz roja, pero que habita muy lejos, en el continente americano, desde el centro de Alaska y el Yukón hasta el oeste de Quebec en el norte, llegando hasta las grandes llanuras en el sur.
Aves que cavan cuevas en la nieve para dormir más calientes
Aunque parezca sorprendente, muchos animales buscan cobijo de las gélidas temperaturas invernales internándose en la nieve cuando la altura de esta lo permite. Es el caso del ave que acabamos de describir.
Típica cueva realizada por estas aves para pasar las noches más frías.
Cuando la capa de nieve cuenta con más de 30 centímetros, suele cavar oquedades para soportar los vientos gélidos de las noches más frías. Pero esto se motiva por una segunda razón: quedar ocultos ante los sentidos de los depredadores.
Ejemplar de urogallo con plumaje de verano.
Es el caso que nos describe esta publicación, en la que leemos que la temperatura en este lugar es de -35 grados. La nieve sirve de aislante ante la temperatura exterior, mucho más baja que los cero grados a los que se congela el agua. Abultando sus plumas, retendrán el poco calor que les quede. Es un comportamiento adaptativo de las aves que no migran cuando el clima se torna extremo.
Son siete los urogallos que aparecen a través de la nieve para volar rápidamente alejándose de la persona que ha interrumpido su descanso.