Así serán el galgo o el teckel dentro de 10.000 años
¿Quieres saber cómo serán los perros del futuro y qué circunstancias condicionarán su evolución? Aquí tienes las respuestas.
Todos nos preguntamos cómo será la vida en el futuro. ¿Serán capaces de volar los automóviles como hemos visto en tantas películas? ¿Cómo será la comida? ¿Y las relaciones interpersonales? La incertidumbre acerca de cómo evolucionará la sociedad y los distintos ámbitos en los que nos inmiscuimos a diario lleva a científicos, pensadores y elucubradores a plantear hipótesis y opciones de lo más descabelladas. La ciencia ficción se basa en todo esto para construir universos tan seguidos como el de Star Wars, en el que las civilizaciones de distintos planetas se relacionan en un conglomerado de razas y culturas que parece no tener límites.
Inteligencia artificial y predicción del futuro
Por su parte, la imaginación de escritores, científicos o cineastas parece estar siendo sustituida por algo que ha irrumpido en la actualidad y parece que no va a apearse de ella nunca más. Hablamos de la inteligencia artificial. En estos momentos podemos plantear cualquier cuestión referida al futuro para que elabore sus hipótesis. Es lo que ha sucedido cuando un laboratorio de genética canina ha querido conocer cómo serán las razas de perros dentro de nada menos que 10.000 años. Y todo esto se ha plasmado en llamativas imágenes que distan bastante, morfológicamente hablando de los perros que nos acompañan en la actualidad.
Calentamiento global o edad de hielo
Hablar del futuro es hablar de distintos escenarios que condicionarían cualquier hipótesis sobre la vida en la Tierra. Para el veterinario Ernie Ward, que ha hecho equipo con genetistas especializados en la especie canina, siempre con el amparo de la empresa Basepaws, una firma ubicada en California y especializada en pruebas genéticas para mascotas, existen dos posibles escenarios antagónicos: un calentamiento global severo o una edad de hielo. Ante dos alternativas tan distantes, los datos proporcionados por los expertos y desarrollados por la inteligencia artificial han dado como resultado razas caninas muy distintas.

Perros ante un hipotético calentamiento global
Con temperaturas altas y escasos recursos alimenticios, los perros perderían masa corporal y mucho del pelo de sus mantos. Porque un cuerpo pequeño necesita menos energía y, por lo tanto, menos alimento para generarla. Esto tiene como resultado perros que parecen seguir la evolución de razas como el perro sin pelo mexicano o el crestado chino. De hecho, la ilustración del supuesto Pomerania del futuro bien podría pasar por un cachorro de esta raza asiática. Pero tenemos que detenernos en el lebrel que ha diseñado la IA. Un perro con muy poco pelo, una cresta en la parte posterior de la cabeza, orejas puntiagudas y una piel que parece extremadamente fina.

En orden, la previsión morfológica de un labrador retriever, un Pomerania, un lebrel y un caniche.
Razas caninas en un escenario de edad de hielo
Con temperaturas extremas, pero en sentido contrario, resulta lógico concluir que los perros desarrollarán su cuerpo al contrario, es decir, con capas de piel gruesa, más grasa corporal y mucho pelo que mantenga sus órganos y músculos calientes. De esta manera, obtenemos un teckel que parece lucir rastas al más puro estilo del komondor u ovejero húngaro, y con un cuerpo excedido en grasa. Algo parecido a lo que vemos con el dálmata, muy chocante con el pelo largo, el bulldog inglés o el de aspecto más intimidante, el mastiff.

En un escenario de clima extremo, así serían el dálmata, el teckel, el mastiff y el bulldog inglés.