Otra enfermedad más para el conejo de monte
Nuestros conejos parecen condenados a sufrir enfermedad tras enfermedad. Ahora les han detectado, por primera vez en Europa, Anaplasma bovis, una dolencia infecciosa que provoca anemia, ictericia y fiebre.
La Facultad de Veterinaria de la Universidad de Santiago de Compostela, junto al Grupo de Investigación en Sanidad Animal y Zoonosis de la Universidad de Córdoba y el CIBER de Enfermedades Infecciosas del Instituto de Salud Carlos III acaban de publicar los resultados al estudio Presencia de Anaplasma spp. en lagomorfos salvajes del sur de España: detección molecular de nuevos linajes de Anaplasma bovis.
Cuatro años analizando conejos y liebres
La investigación se prolongó desde 2017 a 2021 a través del análisis de las muestras de bazo de 394 conejos salvajes y 145 liebres ibéricas. El ADN de Anaplasma se detectó mediante diferentes ensayos de PCR y los análisis filogenéticos se llevaron a cabo mediante un enfoque bayesiano. La posible influencia de las especies de lagomorfos, la edad y el sexo en la prevalencia de Anaplasma spp. fue evaluado mediante un modelo de regresión logística múltiple.
Las liebres están libres de la enfermedad
Los resultados fueron positivos en el 9,4 de esos casi 400 conejos, algo sin precedentes en los escasos estudios precedentes a este. Ninguna liebre de las 145 analizadas resultaron positivas. El estudio se llevó a cabo en Andalucía y revela que un número notable de conejos salvajes del sur de España están infectados, siendo la primera vez que se detecta este patógeno en lagomorfos de Europa.
¿Cómo se contagia la enfermedad?
Como sucede en otras muchas enfermedades, el vector de transmisión son los parásitos, especialmente garrapatas, y por la picadura de otros insectos de un animal infectado a otro sano.
Una enfermedad tradicionalmente de rumiantes
La anaplasmosis no es una enfermedad que haya afectado de manera significativa a los conejos, al menos no era conocida hasta la realización de este y otros estudios anteriores. Comúnmente, se refiere tradicionalmente a una enfermedad de los rumiantes causada por bacterias intraeritrocitarias obligadas del orden Rickettsiales, familia Anaplasmataceae, género Anaplasma. Por ello, los animales que la suelen padecer son el ganado vacuno, ovino, caprino, así como los búfalos y algunos rumiantes silvestres. Además, existe una demostrada correlación entre la edad del ganado y la gravedad con la que le afecta la enfermedad. Así, los terneros son mucho más resistentes a las enfermedades (aunque no a las infecciones) que el ganado de más edad. En los casos más agudos de infección, los animales mueren a las pocas horas tras la aparición de los signos clínicos, apenas dando lugar a un tratamiento, que suele consistir en antibióticos de tetraciclina y el imidocarb.