Graban un jabalí con unos larguísimos colmillos
El animal parece acostumbrado a la presencia del ser humano y a la luz artificial. Esto permite a quien graba la escena hacerlo con todo lujo de detalles.
Los colmillos de este jabalí se han ido convirtiendo, con el paso de los años, en un arma temible de defensa y ataque frente a sus potenciales depredadores, pero también ante los cazadores y sus perros.
El peligro que llevan consigo siempre unos colmillos tan largos y afilados resulta temible y convierte la caza de estos grandes machos en algo muy arriesgado y solo apto para valientes y temerarios.
Los hay más largos
Aunque resulte difícil de creer, los colmillos de los jabalíes pueden crecer de manera casi ilimitada. Solo hace falta que las amoladeras, que son las piezas ubicadas en la parte superior de su boca, no cumplan su función de desgastarlos mediante la fricción entre ambos. Entonces, estos dientes, se trata de los caninos inferiores, crecen hasta llegar a producir casos en los que se clavan en la jeta de su portador, atravesando carne, músculos y, en los casos más extremos, los huesos, ocasionando lesiones muy graves.
Así son los colmillos del jabalí: más largos por dentro de la mandíbula que por fuera
Se han documentado multitud de casos en lo que sucede esto, aunque también sucede, como vemos en el vídeo, que los machos mejor dotados genéticamente, desarrollan una longitud y un grosor en sus colmillos merecedores del más estricto respeto. A continuación, te recordamos algunos de los ejemplares más sorprendentes de ambos.