La caza del ciervo ibérico en berrea en la montaña gallega
Intentar abatir ciervos con trofeos como este en alta montaña solo está al alcance de cazadores que buscan grandes retos. Un cazador gallego ha logrado este fin de semana, no sin grandes sacrificios, abatir un viejo macho con una gruesa cuerna de 10 puntas en la Sierra de Queixa.
El cazador que ha logrado cumplir el sueño de abatir este espectacular animal en este inigualable emplazamiento es Juancho Fernández, colaborador habitual de Club de Caza especializado en la caza de corzos y jabalíes al rececho.
La caza del ciervo al rececho en fincas abiertas
El hecho de cazar un gran ejemplar en cotos que no están vallados aumenta notablemente la dificultad del lance. El valor de los trofeos cazados en este tipo de terrenos aumenta su valor para los apasionados a esta modalidad de caza. Juancho ha logrado cazar de manera selectiva este macho, que había comenzado su decadencia, en la Sierra de Queixa, localizada en el parte central del Macizo Central Orensano.
Cazador y guía junto al gran ciervo.
Los cazadores comenzaron el ascenso hacia el lugar en el que tenían localizado al macho con las primeras luces del alba. Con gran esfuerzo llegaron al territorio en el que habitualmente se encontraba el venado. Tras varios minutos de observación lo vieron entre los brezos.
El fiel sabueso de Baviera, atento al desarrollo del lance. El disparo se efectuó a 400 metros de distancia del animal.
Un disparo a larga distancia
Cuando Juancho estaba a punto de apretar el gatillo de su rifle Sako 85 del calibre .300 WM el macho se tumbó entre la maleza. Los cazadores sólo le podían ver la cabeza y la larga cornamenta sobresaliendo de la vegetación. El gallego, con buen criterio, esperó que se reincorporara para derribarlo de un certero disparo a 400 metros de distancia. La bala que acabó con la vida del majestuoso ejemplar era la Sako Powerhead de 150 grains.
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