La caza sin límite del jabalí que no convence a los cazadores y que no solucionará el problema de los agricultores: «es un arma para que sigamos pagando los daños»
Galicia

La caza sin límite del jabalí que no convence a los cazadores y que no solucionará el problema de los agricultores: «es un arma para que sigamos pagando los daños»

Cazar jabalíes prácticamente sin límites. Ni de días, ni de ejemplares, ni de sexo o edad. Parece algo definitivo, pero no lo es. Te explicamos, de la mano de cazadores gallegos, todo lo que hay detrás de una medida que no es nueva y que no resolverá el problema de los daños a la agricultura.


Manuel Martínez, de la Mesa Galega pola Caza, expone el sentir de buena parte de los cazadores gallegos ante una medida que ve ‘ineficaz’ y que no resolverá el enorme problema existente en la autonomía ante el número de jabalíes que sacian su hambre en los cultivos de los profesionales del rural.

¿En qué consiste la Emergencia Cinegética?

Esta media consiste en la declaración de Emergencia Cinegética en 37 comarcas gallegas. Aproximadamente el 80% del territorio. Se ha marcado como plazo hasta el 25 de febrero, cuando concluye la campaña de caza mayor. Supone la agilización de medidas encaminadas al control de las poblaciones de jabalíes en las zonas donde más daños ocasionan a la ganadería y a la agricultura. La Xunta recomienda” cazar preferiblemente hembras adultas y subadultas de cualquier edad”, y permite también abatir crías y hembras seguidas de estas.

¿Realmente hay más jabalíes?

Resulta complicado estimar cuántos ejemplares habitan en Galicia. Hay estudios estimativos que hablan de 180.000 y de menos de un 10% de animales abatidos cada año. La impresión general de las cuadrillas de cazadores de mayor que salen al monte cada fin de semana es que la tendencia poblacional de la especie es a la baja en la gran mayoría de Tecores gallegos

La misma estrategia que no funcionó hace 4 años

“Es lo mismo que se hizo hace cuatro años y no se organizaron más batidas de las que ya se venían desarrollando”, asegura Manuel Martínez. “¿Quién tiene la opción de dejar de trabajar un lunes, un martes, un miércoles… para ir a batir el monte? Nadie. Aun cuesta trabajo para completar las listas para las batidas de los fines de semana, como para hacerlas de lunes a viernes. Y si lees toda la normativa nueva, compruebas que todo está sujeto a autorizaciones, como estaba antes”. Al colectivo cinegético ya no se le puede exigir mucho más, están constantemente haciendo gestión para minimizar los daños, incluso en días donde lo que más apetece es irse a la playa, pero colaborar con el sector primario es fundamental y los cazadores somos conscientes de ello.

¿Esto ayuda a conseguir el objetivo de minimizar los daños a la agricultura?

—En nada. Todo va a seguir igual porque los daños van a ser los mismos porque se va a cazar prácticamente de manera idéntica. El objetivo tiene que ser después de minimizar los daños al máximo, en cuanto exista un solo jabalí va existir algún daño, resarcir al perjudicado por el daño sufrido

Entonces, ¿Qué consecuencias va a traer todo esto?

—La primera, que los cazadores pasan a ser “más culpables”, ante la sociedad si cab de los daños que ocasionen los jabalíes. Abrir la mano de esta manera es la estrategia perfecta de la Administración para lavarse las manos y escudarse en que hay muchos jabalíes porque los cazadores no quieren abatirlos., que por ellos no hay ningún problema…pueden cazar los que quieran y los días que quieran.

¿Cuál sería la solución a los daños?

—No existe una fórmula mágica para resolver los daños, lo que sí existe es una conciencia general que se basa en minimizar los daños al máximo mediante medidas preventivas y la gestión cinegética de las poblaciones, pero lo que realmente falla es la solución que hay que darle al agricultor o ganadero cuando después de todo lo anteriormente expresado sufre el daño. Esa parte final sigue sin resolverse, puesto que a todas luces las ayudas que destina la administración a indemnizar daños son insuficientes.

Tenemos la herramienta del “famoso Fondo de Corresponsabilidad” que recoge la ley de Caza de Galicia, pero que ni con el paso de los años se estructura y mucho menos se dota de presupuesto destinado a compensar los daños. En su día también se puso encima de la mesa la posibilidad de desarrollar una póliza de seguros colectivos para los Tecores que cubriese ese tipo de daños. Para afrontar este reto era imprescindible la ayuda económica por parte de la Administración, algo a lo que tampoco accedieron.

Solo un cambio legislativo, que lógicamente depende de la voluntad política, puede poner solución a este problema que amenaza la propia existencia de las sociedades de caza, que no pueden asumir de ninguna manera la responsabilidad de los daños provocados por las especies cinegéticas en el campo gallego. Muchas sociedades están abandonando terrenos donde los daños son recurrentes ante la imposibilidad de cumplir con la normativa abusiva que les obliga a pagar. Entonces, pasan a ser terrenos responsabilidad de la Administración, o incluso refugios de fauna donde no se gestionan las poblaciones de jabalíes y los suidos se multiplican y crían sin control. Es otra consecuencia de lo rematadamente mal que están hechas las cosas en este asunto.

La única solución, y el problema de fondo, es político, promoviendo un cambio legislativo en la responsabilidad de los daños provocados por especies cinegéticas. Algo a lo que no parece muy dispuesta la administración, estando muy cómoda con el tan consabido “la responsabilidad de los daños es de los titulares de los derechos cinegéticos que reza desde el código civil de 1906… pero algo habrá cambiado la situación desde entonces … ¿o no?

Hay cazadores gallegos que miran a Cataluña y hablan de imitar las huelgas que allí se organizan

—Esa no es la solución en esta autonomía. En Galicia, mientras no cambie la legislación el responsable de los daños son las sociedades de cazadores, con huelga y sin ella. Si vamos a una huelga y no se abaten jabalíes, se multiplican en poco tiempo. Y, con ellos, los daños, que seguirán cargados en los cazadores. Al colectivo cinegético gallego ya no se le pueden exigir más responsabilidades ni sacrificios, y mucho menos seguir criminalizando ante la sociedad a los que no somos el problema, sino más bien una parte de la solución. A ver cuando las demás partes responden y entre todos poner remedio a esta difícil situación de los daños en Galicia.

 

Estas son las comarcas declaradas en Emergencia Cinegética. En cada nombre de provincia tienes un enlace al documento oficial publicado en el Diario Oficial de Galicia (DOG):

A Coruña

  • Arzúa
  • Betanzos
  • A Coruña
  • Eume
  • Ferrol
  • Ortegal
  • Santiago
  • Barbanza
  • Bergantiños
  • Noia
  • Ordes
  • Sar

Lugo

  • Os Ancares
  • Chantada
  • Lugo
  • A Mariña Central
  • A Mariña Occidental
  • Sarria
  • Terra Chá
  • Terra de Lemos
  • A Mariña Oriental
  • Ourense
  • Allariz-Maceda
  • Carballiño
  • A Limia

Ourense

  • Ribeiro
  • Terra de Caldelas
  • Terra de Celanova
  • Terra de Trives
  • Valdeorras
  • Verín
  • Viana

Pontevedra

  • Deza
  • Tabeirós-Terra de Montes
  • Condado
  • Pontevedra
  • Vigo
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