Mujer de armas tomar: Cristina Orantes, armera de profesión y cazadora por convicción
Cristina, que heredó la pasión por la caza y las armas de su padre, en la actualidad regenta el negocio familiar y se ha convertido en armera profesional. A continuación, hablamos con ella.
La granadina Cristina Orantes Miguel, a sus 36 años se dedica profesionalmente a una de sus grandes pasiones: las armas. Además, lleva practicando la actividad cinegética desde los 14 años bajo las enseñanzas y valores que le fue inculcando su padre. La joven está tremendamente orgullosa de sus raíces, de su trayectoria y de los logros que ha ido consiguiendo con mucho esfuerzo y trabajo… ¡y no es para menos!
¿De dónde le viene la “vena armera”?
Nos cuenta que su abuelo paterno, sus tíos, su hermano y su padre han sido siempre cazadores. Está claro de donde procede la pasión por el arte venatorio.
Su progenitor, Francisco Orantes, además de cazador era un amante de las armas que, tras colgar su uniforme de Guardia Civil, decidió abrir una armería para hacer de su afición, su profesión. Nació así la Armería Orantes.
Sobre la Armería Orantes
Desde que abrió sus puertas en 1995, el negocio no ha hecho más que crecer y se ha convertido en la casa de referencia de multitud de aficionados a la caza y al tiro deportivo tanto a nivel local como regional. Está ubicado en C/ Pérez Galdós, 8, Las Gabias (Granada). Con el boom de internet abrieron su página web y comenzaron a estar presentes en Redes Sociales, algo que les permitió introducirse y posicionarse en el mercado nacional.
Herencia de profesión y de valores
Fue Cristina quien se sumergió en las redes, consciente de las oportunidades que estas ofrecían, especialmente para pequeñas y medianas empresas. La joven recogió el testigo de su padre y decidió ponerse al frente del negocio familiar. Para eso, Cristina, como ya en su día había hecho su progenitor, estudió en la antigua Escuela Armera de Éibar e hizo las prácticas en Armas Choi del reputado armero Diego Godoy y en la casa de escopetas “Laurona”. Además de toda la formación oficial, afirma orgullosa que si hoy es armera gran parte del mérito lo tiene su padre, su maestro. Un vínculo paterno-filial tan fuerte y especial que prácticamente es palpable. Solo hay que oír a Cristina hablar de él.
Mi padre me lo puso muy fácil, me enseñó absolutamente todo lo que sabe y me ayudó a alcanzar mi sueño. Cuando tu maestro tiene fascinación por lo que enseña y sabe transmitirla, es fácil heredar su pasión.
Así fue como la granadina además de armera, creció siendo cazadora y amante de la naturaleza. Quiso destacar los valores que siempre fueron la base de la práctica cinegética en su familia y que su padre le transmitió siempre: la legalidad, la buena praxis y el aprovechamiento de la carne.
Cuando yo era pequeña, mi padre cazaba perdiz con reclamo, pero no solía llegar con grandes perchas a casa. Yo en una ocasión le pregunté que por qué los demás abatían más ejemplares… y el me respondió que sólo disparaba cuando se daban las circunstancias adecuadas, que no tiraba por tirar. “No se trata de tirar, sino de cazar”, es una frase que siempre tuvo presente.
¿Cuándo se convirtió en armera profesional?
En el año 2010 su padre hizo un cambio de titularidad a su nombre. Una vez concluídos sus estudios, la joven quiso llevar a la práctica todo lo aprendido y qué mejor manera que hacerlo siguiendo los pasos de su progenitor. Francisco siempre había confiado en su hija y apostó plenamente por ella, dejándole en usufructo el que había sido el negocio de su vida. Sin duda, una decisión acertada.
“Hoy en día tengo el taller funcionando bien y la venta de armas y cartuchería también va genial pese a que hay tiempos difíciles, como en todo. Con esfuerzo y trabajo salen las cosas” —asegura la armera.
Lo que más le gusta de su día a día es el trato directo con el cliente, conocer las inquietudes y necesidades y poder ayudarlo. Adapto y personalizo mi servicio a la necesidad, carencia o problema que tenga el cazador o tirador.
¿Qué le ha supuesto el hecho de ser mujer?
Como cazadora nunca se ha sentido discriminada, más bien todo lo contrario. Siempre se ha sentido una más. Como armera, todavía hay gente que se muestra algo reticente a que sea una mujer la que brinde el servicio. Cuando llegan al taller, vienen buscando la figura masculina que les arregle el arma, no están costumbrados aún a que una mujer les desarme la escopeta y encuentre donde está el problema. Eso los clientes nuevos, los de siempre ya me conocen, conocen como trabajo y vienen a buscarme a mí.
Cristina ha querido compartir una anécdota que no tiene desperdicio: con 18 años me saqué la licencia de arma corta y por aquel entonces, todo eran hombres. Recuerdo que una persona dijo “las mujeres deberían cambiar el arma por la plancha”. Cristina finalmente sacó la mejor nota de todos los candidatos. Entonces se presentó, con un aplomo asombroso, ante la persona que había hecho el comentario y le dijo “va siendo hora de que los hombres cojan también la plancha, porque ya ves que las mujeres sí sabemos coger un arma”. La mujer cada vez está más presente en el mundo de las armas y afortunadamente ya no se trata de un hecho aislado, de algo insólito, gracias a valientes como Orantes. ¡Bravo!
Las redes sociales
Cristina ha abierto un canal de YouTube, una cuenta en Facebook, en Tiktok y en Instagram para dar mayor visibilidad y alcance a su negocio y su profesión. Ha querido estar presente en diferentes plataformas para crear contenido que llegue a personas de todas las edades. Tiktok, por ejemplo, es una plataforma muy utilizada por los adolescentes, mientras que Facebook es la red de los usuarios de más edad.
El contenido que sube tiene muy buena acogida y gusta mucho a sus seguidores que les hacen llegar, día tras día, su reconocimiento. “Es un apoyo impresionante”-afirma Orantes.
@cristi.orantesReparamos una Beretta AL391
♬ Summertime Sadness (Wren Remix) - Wren
La censura de las redes sociales a la caza y las armas
Por desgracia, no todo es color de rosa. A diferencia de Instagram y Facebook, Tiktok censura el contenido de la joven. En tan sólo 15 días ha alcanzado los 3000 seguidores periodo en el cual, le ha llegado un mensaje de la plataforma por infringir “las normas de la comunidad” (publicar imágenes donde aparecen armas) y en el que la advierten de que bloquearán y eliminarán la cuenta a menos que modifique los tipos de publicación.
Se pueden subir desnudos, locuras al volante, etc… se puede subir de todo y lo que censuran es un contenido instructivo que tiene fines educativos, en el que además de la limpieza, cuidado, reparación y mantenimiento del arma también explicas el procedimiento a seguir para obtener de manera legal el permiso de armas.
Con estas palabras la granadina mostraba su descontento y su decepción.