Caza un ‘vakamulo’ de 130 kilos con unos largos colmillos
Las navajas del macho sobresalen la extraordinaria longitud de 15 centímetros de la mandíbula inferior. Las peligrosas defensas del cochino pusieron en serios apuros a los perros de rastro de la Cuadrilla Primeira Comunión de Láncara. Finamente, uno de los cazadores del grupo pudo premiar el trabajo de los canes abatiendo al jabalí.
Se denominan con este término a aquellos jabalíes que alcazan un descomunal tamaño. Muy superior al de un animal de su misma especie y sexo. Son ejemplares que pueden llegar a pesar cerca de los 200 kilogramos. No solo destacan por su tamaño. También lo hacen por tener unos impresionantes colmillos. Cada temporada se cazan algunos cochinos con estas características en las provincias de Orense y Lugo.
El espectacular trabajo de los perros permitió a la cuadrilla abatir 4 jabalíes
El fino olfato de los perros de Elías, Eduardo y Alonso permitieron a los integrantes de la Cuadrilla Primeira Comunión de Láncara, municipio perteneciente a la provincia de Lugo, situado en la comarca de Sarria, localizar el lugar de encame de varios jabalíes. Una vez fueron aplazados los cochinos, los cazadores rodearon la primera zona de caza en la que sabían de la existencia de jabalíes.
En esta primera batida los canes levantaron una piara compuesta por cinco suidos, de los cuáles los cazadores abatieron dos. Tras recoger los dos primeros cochinos abatidos en la jornada, la cuadrilla se dirigió hacia otro punto del acotado donde habían aplazado otro jabalí. Tras una breve lucha entre el suido y los perros, uno de los cazadores apostados logró derribarlo. Los monteros que capturaron estos tres primeros ejemplares fueron Vilasanta, Piñeiro y Alonso.
Un enorme jabalí planta cara a los perros
Los experimentados cazadores decidieron posponer la zona en la que pensaban se encontraba el jabalí de mayor tamaño de los aplazados a la tarde. Tras degustar un suculento almuerzo, se dirigieron a la mancha. Nada más entrar uno de los perreros en la maleza el jabalí se levantó de su lugar de encame.
En su huida, embistió a otro de los perros del grupo. La pericia de Germán Alonso, uno de nuestros colaboradores habituales, evitó la huida del macho. Necesitó de dos disparos de su rifle Remington Titatium 400 del calibre .30-06 para frenar al peligroso cochino.