Así combaten los cazadores la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica

Así combaten los cazadores la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica

No sólo las explotaciones ganaderas se están viendo afectadas por la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE), también los cotos de caza. Los cazadores tratan de hacerle frente para proteger la fauna.


La Federación Extremeña de Caza ha compartido en su cuenta de Instagram una serie de medidas que se están llevando a cabo para contener la EHE, un término que, a buen seguro, nos resulta a todos familiar dado el crecimiento que está teniendo esta patología en nuestro país. Sin ser una peste, la EHE se ha cobrado ya la vida de muchos animales, tanto domésticos como salvajes.

Recordamos qué es la EHE

Se trata de una enfermedad vírica, no contagiosa, que transmiten los artrópodos tanto a la fauna salvaje como a los animales de granja. Hasta el momento, no se tiene constancia de que afecte a personas. Las especies que más la están sufriendo en nuestro país son las vacas y los ciervos, aunque también se han visto muflones con síntomas compatibles con esta enfermedad.

La sintomatología varía dependiendo la cepa del virus y la vulnerabilidad del animal infectado, pero normalmente se aprecia una debilidad generalizada, fiebre, pérdida del apetito y dificultad para caminar. En casos más graves se suman a los síntomas anteriores, las hemorragias en tejidos como la piel, el corazón y el tracto gastrointestinal. También pueden observarse salivación excesiva, secreción nasal y úlceras en las mucosas nasal y oral acompañadas, en ocasiones, de miasis.

¿Cómo actuar ante un posible caso?

Siempre que se crea estar ante un posible un caso de EHE, primeramente, debe comunicarse a las autoridades competentes tales como la Oficina Comarcal Agraria, los agentes medioambientales o los servicios de sanidad animal de la zona en cuestión. Después completar el formulario que Fundación Artemisan ha puesto a disposición de cazadores, gestores de fincas, guardas y resto de personas que frecuentan el medio rural para monitorizar la enfermedad en cérvidos. Esta iniciativa, además, facilita su análisis científico.

¿Qué medidas se pueden adoptar?

Aunque existen muy pocas acciones que puedan llevarse a cabo para frenar la infección, sí que se pueden controlar los vectores modificando el medio, tal y como trasladaba la Federación Extremeña de Caza. La mejor manera es atomizar las zonas húmedas que frecuentan los animales (v.g. charcas), tratar con productos inocuos y naturales los rascaderos y bañaderos, colocar bloques minerales con productos repelentes y facilitar a los animales alimentos que produzcan la desparasitación externa de los mismos.

Los cazadores al rescate

Como no es de extrañar, quienes aplican estas medidas en el medio son quienes están en contacto con él y a quienes más les preocupa: los cazadores.

La caza, como bien sabemos los que la practicamos, es mucho más que accionar un gatillo. La caza también es gestión y conservación, preservar la fauna y los ecosistemas.

Cuando la naturaleza está en apuros, frente a la sequía o cuando se desatan incendios, los cazadores son los primeros en acudir al rescate, aunque de esta realidad no hagan eco los medios generalistas y el lobby animalista trate de ocultarla.

A continuación vemos a varios cazadores aplicando en su coto las medidas anteriormente mencionadas.

 

Situación en España

Extremadura, Castilla-La Mancha y Andalucía son algunas de las autonomías que más están padeciendo los efectos de la enfermedad. Concretamente, en territorio extremeño hay ya 8 focos afectados según Sanidad Animal. Por el momento únicamente Coria, Valencia de Alcántara y Plasencia no han constatado la existencia de ningún foco, aunque si se han encontrado algunos casos posibles a juzgar por la sintomatología.

La Consejería de Agricultura de Castilla-La Mancha ha verificado que se han detectado casos de EHE y la muerte de ejemplares en explotaciones ganaderas. Aunque tratan de tranquilizar a ganaderos agricultores con que la mortalidad, por el momento, no es muy elevada, también resaltan la imposibilidad de controlar los focos al no existir aún ninguna vacuna.

La provincia andaluza de Sevilla fue la primera en experimentar los efectos de la enfermedad a principios de julio cuando se encontraron varios ciervos agonizando. A día de hoy, Córdoba, Huelva y Cádiz también han experimentado casos en ganado vacuno. Precisamente en Andalucía, el veterinario y ganadero José Luis Villafuerte mostraba en un vídeo cómo se encontraba una de sus reses después de llevar más de una semana padeciendo los efectos de la hemorrágica epizoótica. Para verlo haz clic aquí y desliza hacia abajo.

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