Un podenco canario queda petrificado ante un conejo encamado

Los podencos no muestran. Ese comportamiento se les atribuye a varias razas de canes que han sido moldeados para detener su cuerpo cuando descubren la cercanía de una presa. Entonces, ¿qué diferencia hay entre esa descripción y lo que vamos a ver a continuación?

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Este podenco canario tensa su cuerpo en una posición cercana al suelo, con el hocico apuntando hacia el conejo que acaba de descubrir gracias a su olfato. Su rabo se estira inhiesto como una prolongación d su espalda. Y una pata delantera levantada en posición de flexión, que nos indica que el avance ha sido detenido y el podenco isleño ha quedado en esa característica postura.

Muchos reconocerán esta posición en el estándar de trabajo de perros de muestra. Pero estamos ante un podenco canario, una raza no mostradora, sino rastreadora, levantadora, perseguidora…

Aunque no podamos llamarle muestra, estamos ante un comportamiento aprendido (no inscrito en la herencia genética de la raza). Este perro se comporta con una cautela inusitada. Está señalando el lugar exacto que su olfato le indica como fuente de la emanación. Ese olor que ha percibido tantas veces y que activa sus instintos predadores, como sucede en las razas primitivas de perros de caza. Pero, en esta ocasión, el instinto de caza, de persecución, se ven bloqueados por esa parada que detiene el tiempo. Un paréntesis en la jornada que permite al cazador disfrutar de un momento culmen del lance que, de otra manera, pasaría en menos de un segundo.

Un vídeo de caza de conejos con podenco que no puedes perderte

Podencos paradores

No es la primera vez que nos encontramos con un comportamiento similar en el que el perro, un podenco, queda inmóvil apuntando con todo su cuerpo hacia el animal descubierto. A continuación, te proponemos escenas tan espectaculares como esta.

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