Los perros de presa: guardianes en casa y guerreros en la rehala
A veces la mejor manera de enfrentarse a un jabalí es con otro animal de gran envergadura, y de la misma fuerza y arranque. Estamos hablando de los perros de presa, más comúnmente conocidos en el sector de la caza, como perros de agarre.
Estos canes han sido desde siempre miembros indispensables de las rehalas. Proporcionan al conjunto de perros mayor protección y confianza frente a las piezas a abatir y contribuyen a salvaguardar la vida del resto de canes que conforman el equipo.
Los perros de presa
La definición de "perro de presa" abarca cualquier raza que tenga, a nivel óseo y muscular, un desarrollo mandibular notable, y que tenga instinto y habilidad natural para morder con tenacidad a una presa potencial. Estos perros se han utilizado desde muchos años atrás para diversas tareas como el manejo y la brega del ganado, la seguridad personal o la caza mayor.
Dentro de las razas que se consideran perros de presa, encontramos variedades como el dogo argentino, el boxer, el presa canario y el alano español, entre otros. Estas razas suelen tener una estructura corporal robusta y una apariencia física imponente.
No estamos ante perros agresivos. El carácter y el comportamiento del animal dependerán de otros factores como la instrucción desde cachorros, la sociabilización y el entrenamiento. Por esta razón es necesaria una tenencia responsable por parte de una persona formada y capacitada para ofrecer al animal los cuidados y, sobre todo, la educación que requiere.
Mujeres cazadoras
Hablamos dos mujeres cazadoras y amantes de la rehala: Jennifer Ayuso y María López. A Jennifer, su afición por la caza le viene prácticamente de cuna. A sus 26 años es propietaria de Rehalas Ayuso y defensora de la actividad cinegética hasta la médula. Esta joven, natural de Abenojar (Ciudad Real), ha heredado su pasión por la caza y, en especial, por los perros de rehala de su padre. Siendo tan sólo una niña Jennifer ya acompañaba a su progenitor al monte y hace 6 años, intrépida y valiente, protagonizó su primer agarre en compañía de su hermano.
Los perros de presa que componen su rehala son de raza boxer y dogo y el resto de canes, en su mayoría, podencos y atravesados.
María también lleva toda su vida en el mundo de la caza. Concretamente, en el de la rehala. La primera vez que entró al monte tendría no más de 8 años y desde entonces, no ha dejado de hacerlo.
Amante de la actividad cinegética y del dibujo, la salmantina ha creado su propia marca de artesanía Arte Cinegético MLG. A esta le dedica gran parte de su tiempo libre, compaginándolo con las monterías.
Actualmente caza con su pareja y sus perros, que componen Rehalas Álvaro Gómez. Aunque la mayoría son podencos campaneros, también cuentan con perros de presa de raza alano español.
María con la rehala. A la derecha, Jennifer y Sultán.
A continuación, nos cuentan de primera mano como es el día a día con ellos, con perros que son de caza y de casa.
Guardianes en casa y guerreros en la rehala
Jennifer tiene 3 perros de raza boxer: una hembra y dos machos. Todos ellos tienen un carácter manso y noble tanto con su propietaria y su entorno, como con otros perros “cuidan de las personas ya sean niños o adultos y en la perrera se portan genial”.
También tiene 3 dogos puros que comparten el carácter noble de los boxer pero con un temperamento mucho más fuerte “son muy, muy protectores y celosos”. En las perreras y en los carros, los dogos son tremendamente dominantes, sin embargo, con las personas y especialmente con su dueña, son de lo más cariñoso. Ese cariño que tienen a Jennifer en ocasiones ha jugado malas pasadas pues no toleran que canes que no pertenecen a la rehala se acerquen a ella. Esos celos son un arma de doble filo, tal y como nos contaba la joven, pues requiere tener firmeza y un completo dominio sobre ellos para evitar potenciales ataques.
La serenidad que tienen en casa en el monte desaparece, o mejor dicho, se transforma. Se transforma en valentía y bravura. El más claro ejemplo de este último adjetivo es “Sultán”, la “mano derecha” de la cazadora. “Va siempre conmigo, no se separa”.
“Sultán” es descendiente de “Galán” y “Laya”, dos perros que llevan años poniendo voz y garra a Rehalas Ayuso. Su pasión por el jabalí unida a su fuerte carácter hace de estos perros, los guardianes de la rehala. No hay suido, por corpulento que sea, que se resista a sus prominentes mandíbulas. “Cuando muerden una pieza, no la sueltan. De hecho “Sultán” se queda agarrado al animal 15-20 minutos después de muerto”.
Por su parte, los boxer, “andan más que los dogos”. Si bien ambas razas siguen las “ladras”, los últimos suelen ir a la par del rehalero mientras que los boxer recorren monte buscando las piezas.
La joven recuerda, con especial cariño, una montería en la participó en 2021 en la que abatió su primer ciervo a cuchillo y un robusto jabalí macho, por supuesto, con la ayuda de sus perros.
Jennifer con su primer ciervo (Foto de @miradasmonteras)
María siempre entra al monte acompañada de los ágiles podencos y de los valientes alanos. Con respecto a estos últimos, la rehalera nos cuenta que, aunque tienen un fuerte temperamento típico de los perros de agarre, son canes muy dóciles y nobles y extremadamente cariñosos con sus dueños. “son los perros más cariñosos que he visto”. Además, en las perreras son de los que mejor se portan y no suelen generar conflicto con el resto de los perros, sean de la misma u otra raza.
Otra característica distintiva del alano español es la lealtad y la protección que ofrecen a sus amos “nuestros alanos no se separan de nosotros en el monte”. Nos contaba la joven que son su sombra, algo que la hace sentir realmente segura, dada la envergadura y la fuerza con la que cuentan estos animales. Mientras que los podencos y los sabuesos desaparecen nada más abrir los portones del remolque, los alanos acompañan a los perreros todo el tiempo, salvo cuando se produce una ladra. Entonces acuden raudos a la llamada de sus iguales.
“Tenazas”, así se llama el inseparable de María, su alano favorito.
En lo que a la caza se refiere, todos los perros que componen “Rehalas Álvaro Gómez” tienen gran instinto y pasión, pero lo de “Tenazas” según narraba la cazadora “es de otro mundo”.
En casa es bueno, en el monte un titán. El alano, pese a su corta edad, tiene la valentía de un veterano y una mandíbula capaz de retener a un jabalí en el peor de los escenarios.
Alanos. A la derecha, Tenazas.
Desde Club de Caza queremos agradecer a Jennifer y María su colaboración, son el claro ejemplo de que las mujeres cazadoras no son un mero elemento folclórico como en su día se atrevió a decir López de Uralde, sino unas guerreras que vienen pisando fuerte en el mundo de la cinegética y que no hacen otra cosa que enriquecerlo. Se va demostrando, cada vez más, que la caza no entiende de sexos.
Viva la caza, los perros y la rehala.