Celebra la noche de San Juan abatiendo un jabalí medalla de oro
Valencia

Celebra la noche de San Juan abatiendo un jabalí medalla de oro

Un cazador valenciano abatió la noche del viernes un impresionante cochino con unas defensas de 21 centímetros de longitud y 2,5 de grosor. Lo cazó en una espera por control de daños a la agricultura en un almendral.


La noche del 23 al 24 de junio se conmemora el nacimiento de Juan Bautista. Esta fiesta se mezcla con un festejo pagano de culto al Sol. En la Comunidad Valenciana la celebración culmina con la "cremà", donde se queman los monumentos y se encienden las hogueras en las playas.

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El jabalí cuenta con colmillos de 20 centímetros de longitud. A la derecha, vista frontal donde apreciamos los largos colmillos y las amoladeras.

El jabalí tenía el cuerpo plagado de cicatrices

Según Alan Pérez, un cazador de Bicorp, municipio perteneciente a la provincia de Valencia, ubicado en la comarca del Canal de Navarrés, se trata de un ejemplar extremadamente viejo. Su pelo cano y las múltiples marcas de las peleas con otros machos dibujadas en su físico son las muestras inequívocas de que el macareno se encontraba en el ocaso de su vida. Era el único ejemplar que visitaba asiduamente la plantación de almendros. El resto de cochinos de la zona no se atrevía a alimentarse en el territorio del solitario.

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A la izquierda, jabalí cazado en 2015, pesó solo 60 kilos. A la derecha, jjabalí de 110 kilos abatido en 2014.

El cazador dejó cumplir al jabalí como mandan los cánones venatorios

El esperista valenciano vio por primera vez sus huellas hace una semana en una charca próxima a los almendros. Lo esperó el viernes 16, pero no apareció en el almendral. La noche de San Juan se colocó en el puesto a las 20:30 horas. A las 21:45 lo escuchó desplazándose por un pinar cercano. La sequedad del campo delataba cada uno de sus pasos. Se detuvo entre los pinos a 70 metros del cazador. Levantó la jeta para percibir las emanaciones que desprendía el campo.

Nada le hizo sospechar de la presencia de Alan. A pesar de que el cazador podría haberlo abatido desde el primer instante en el que lo vio, decidió esperar a que abandonara la maleza y penetrara en el cultivo. Apretó el gatillo de su rifle de cerrojo Sabatti del calibre .30-06 cuando el cochino se encontraba a 50 metros de distancia. Nada más notar el impacto de la bala Norma de 180 grains, el macho se derrumbó.

Pese a no tratarse del jabalí de mayor tamaño ni el de mejor trofeo abatido por el cazador a lo largo de su vida, sin lugar a dudas será un lance que permanecerá por siempre en su memoria, dada la señalada fecha de su caza.

 


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