Caza un jabalí híbrido de 150 kilos y larguísimos colmillos

“El cochino de mi vida”. Así describe Francisco Javier la experiencia venatoria vivida hace pocos días que le ha llevado a abatir un enorme animal híbrido: un jabalí con genética de cerdo doméstico, un serio problema en la provincia de Málaga que está expandiéndose y a la vez arrinconando a los jabalíes silvestres. Es por ello que cuando uno de estos ejemplares es descubierto por cazadores y gestores cinegéticos, estos no cejarán en el empeño de abatirlo y quitar con ello de esos montes un gran peligro para la fauna cinegética.

Francisco Javier, exhultante junto al gran cochino.

De esta manera narra el lance ante el gran jabalí:

-¡Tras estar observándolo cinco días y no poder ir a por él porque no tenía aún el permiso en vigor, llegó el día. También tenía la cuenta atrás encima, ya que entraba a comer en un trozo de cebada y la cosechadora cada día estaba más cerca de cosechar el cereal, y ahí era donde este macareno entraba a comer casi todas las noches.

Imagen del gran cochino con largos colmillos. El animal pesó unos 150 kilos.

Acude a su siembra habitual

El día que comenzaba por fin el permiso y con los nervios a flor de piel me dispongo a ir a ver si, como todas las noches, volvía a hacer acto de presencia en su cebada. Me fui a las 11.30 h., puesto que su hora de entrada era sobre las 1.30 o 2 aproximadamente. Tras estar colocado un buen rato, siento que algo se aproxima lentamente y a esto de las 1.20 de la madrugada decidió entrar a su comedero habitual.

Cuando lo vi de cerca, los nervios se apoderaron de mí y tras respirar profundamente varias veces, echo la luz de la linterna y cuando quiso reaccionar era demasiado tarde. Me pude hacer con él tras un certero disparo entre el cuello y la paleta con el que cayó fulminado. Yo sabía que de cuerpo era grande pero mi sorpresa fue cuando llegué y me encontré este pedazo de boca; un cochino de ensueño”.

Alunarado y 150 kilos

“El color como podéis ver es alunarado, pero por eso no deja de ser un cochinaco impresionante. Llegaba el turno de cargarlo en el coche y como yo no era capaz de moverlo prácticamente nada tuve que llamar a un amigo para que me ayudara a subirlo. Era tan grande que en el coche no entraba y tuve que ir a por un remolque para poder llevarlo. Entre dos nos costó mucho echarlo, puesto que el cochino pesaba unos 150 kilos más o menos. En fin, un lance para el recuerdo y un cochino de ensueño y en abierto. Seguimos sumando”.

Francisco nos cuenta que el equipo utilizado es un rifle Blaser R8 Success en calibre .30-06 y la bala es la RWS Speed Tip de 165 greins. El visor, un Zeiss V4 y la linterna es la Oligth Javelot Pro.