Agentes de policía levantan el atestado del accidente de tráfico que acaban de tener con un alce
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Agentes de policía levantan el atestado del accidente de tráfico que acaban de tener con un alce

La superpoblación de ungulados en Europa provoca a diario cientos de colisiones de vehículos con la fauna silvestre. En esta ocasión los damnificados por la irrupción de un animal en la carretera han sido los ocupantes de un coche de policía. Los mismos agentes que han sufrido el percance están realizando el parte del accidente.


Un atestado de tráfico es un documento que recoge toda la información relativa a un accidente. Dado que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado se encargan de elaborarlo, se trata de un escrito objetivo que refleja con detalle las circunstancias del incidente, así como la identificación de los culpables.

Los oficiales de policía ejercen de implicados y jueces en el accidente

No son pocos los usuarios del grupo de Facebook polaco My Mysliwi que han cuestionado la velocidad a la que circulaba el vehículo policial en el momento del atropello del alce, dado el lugar en el que se ha producido, aparentemente con buena visibilidad, y debido a los daños que ha ocasionado el impacto del animal con el coche oficial.

A tenor de las imágenes el ungulado, como consecuencia de la colisión, ha acabado subido sobre el capó del automóvil. La fuerza del choque ha roto completamente la luna delantera del coche. A pesar de la violencia del impacto ambos agentes han resultado ilesos.

Una vez repuestos del susto han realizado el atestado policial señalizando la posición del cuerpo sin vida del ungulado, el del vehículo y midiendo la distancia de frenada.

¿A quién corresponde la responsabilidad en el caso de colisionar con una especie cinegética?

Según la Ley de Tráfico, en ese tipo de accidentes la responsabilidad corresponde al conductor del vehículo, con dos únicas excepciones. Primero, que el atropello del animal se haya producido mientras se está cazando en la zona o en un tiempo no superior a 12 horas una vez ha finalizado la acción de caza. En este caso, el responsable sería el titular del coto o el propietario del terreno. La segunda opción que libra al conductor de pagar el arreglo del coche en caso de accidente con una especie cazable es que la colisión se haya producido por falta de reparación de la valla de cerramiento de la vía, o por inexistencia de señales que indiquen la posible irrupción de animales sueltos.

Por lo tanto, en la mayoría de los casos en que se produzca una colisión contra un animal salvaje en la vía pública, será el conductor quien deberá hacer frente a los daños causados.

 


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