Como cualquier madre, una perdiz roja lleva a sus  polluelos a un parque de Móstoles
Madrid

Como cualquier madre, una perdiz roja lleva a sus polluelos a un parque de Móstoles

Cada vez son más los casos en las que las perdices se acercan a áreas periurbanas donde existan espacios verdes, cultivos, arbustos o setos.


La perdiz roja (Alectoris rufa), también conocida como perdiz común, es una especie de ave galliforme perteneciente a la familia Phasianidae, identificada por su plumaje rojizo y su cabeza rayada en blanco y negro. Los machos son ligeramente más grandes que las hembras y tienen una banda negra en el vientre, así como un collar negro alrededor del cuello. Ambos sexos tienen patas fuertes y un pico corto pero robusto.

Distribución

En términos generales su distribución natural se restringe al suroeste de Europa, donde ocupa una amplia variedad de hábitats, alimentándose y situando sus nidos en el suelo. Ha sido introducida por motivos cinegéticos en el Reino Unido, algunas islas atlánticas (Canarias, Azores…), y en algunas áreas de América del Norte, Nueva Zelanda y Centroeuropa, aunque con éxito variable.

Es un ave gregaria, en especial fuera de la época de cría. Se encuentra en todo tipo de medios abiertos, desde el nivel del mar hasta la alta montaña, aunque escasea por encima de los 1.500 metros de altitud.

En España

Se distribuye por toda la Península Ibérica y Baleares. Resulta especialmente abundante en el centro y sur peninsular, y más escasa en el litoral mediterráneo, la cornisa cantábrica y las costas gallegas.

Aunque son más comunes en espacios rurales y naturales, también es posible encontrarlas en áreas periurbanas de las ciudades por varias razones entre las cuales destacamos la alimentación. Estas aves se alimentan principalmente de semillas, brotes, insectos y pequeños invertebrados. En áreas periurbanas, pueden encontrar una variedad de fuentes de alimento, como cultivos agrícolas, áreas ajardinadas o incluso desperdicios alimentarios

Las perdices rojas son aves adaptables y pueden sobrevivir en diferentes tipos de hábitats, incluyendo áreas periurbanas. Aunque prefieren las zonas rurales con vegetación densa y campos abiertos, pueden encontrar refugio y alimento en áreas periurbanas

Aunque las ciudades suelen estar asociadas con el desarrollo urbano y la falta de vegetación natural, todavía existen áreas periurbanas con vegetación diversa, como parques, jardines o espacios verdes no urbanizados. Estos lugares pueden proporcionar refugio a las perdices rojas, ya sea en arbustos, setos, campos o bosques cercanos.

Es probable que, como las áreas periurbanas suelen tener una menor presión de caza en comparación con las áreas rurales, las perdices paulatinamente vayan acomodándose en los extrarradios de las ciudades por encontrarse más seguras.

 

Especie vulnerable

La perdiz roja aparece con la categoría de VU (Vulnerable) en el Libro Rojo de las Aves de España 2021. No figura en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, y tampoco está incluida en el Catálogo Español de Especies Amenazadas.

Su población se encuentra en regresión, si bien se hacen repoblaciones continuas con fines cinegéticos.

Los principales factores de amenaza están relacionados con la destrucción o alteración del hábitat, bien por intensificación de los medios agrícolas, bien por abandono (matorralización de cultivos o pastizales) o cambio de usos (repoblaciones forestales, transformación en regadíos…).

Los pesticidas en semillas de uso agrícola también son una amenaza que incluso puede llegar a ser mortal.

El cambio climático también la afecta, ya que la escasez de lluvias y el aumento de las temperaturas al inicio del periodo reproductor reducen la cantidad de alimento antes del nacimiento de los pollos.

Disminución de sus recursos naturales

Como hemos apuntado, hay numerosas actividades que repercuten en el hábitat de las perdices provocando finalmente una pérdida de su calidad por disminución de la disponibilidad de alimento y agua, lugares de nidificación y refugio, menor tranquilidad y aumento de especies competidoras, entre otras causas.

Podemos mencionar entre otras el aumento del turismo rural y actividades en la naturaleza así como inadecuados aprovechamientos forestales, como podría ser la sustitución de masas forestales autóctonas -robles, encinas, acebuches- por otras más rentables económicamente como los frutales, eucaliptos y pinos.

También incluye el abandono de zonas rurales y los usos tradicionales del monte, con proliferación del monte bajo, desaparición de cultivos de montaña y ¡cómo no! los incendios forestales.

Probablemente, la causa que está por encima de todas, es la moderna agricultura y todos los cambios que la han acompañado, como la concentración parcelaria, causante de una generalizada homogeneización paisajística, desaparición de linderos y aumento de la red de caminos rurales, entre otras innovaciones que hacen que la perdiz vaya perdiendo progresivamente su hábitat y adaptándose al nuestro.

Comparte este artículo

Publicidad