Impactante y cruel vídeo en el que una manada de jabalíes estalla por los aires por una detonación provocada
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Impactante y cruel vídeo en el que una manada de jabalíes estalla por los aires por una detonación provocada

Usan explosivos que se activan con un único disparo para matar a un grupo de cerdos salvajes.


En estas tremendas imágenes podemos apreciar un tipo de control poblacional que, curiosamente, es legal en algunos países como Canadá y Estados Unidos. Utilizan la llamada “Tannerite”, un explosivo balístico conocido por su propiedad de estallar cuando se ve afectada por un impacto de bala de alta velocidad.

La Tannerita

Es el nombre de una marca comercial registrada de un tipo de explosivo binario utilizado principalmente con fines recreativos, como la práctica de tiro y caza. Está compuesto por nitrato de amonio y aluminio en polvo. En España y en otros países de la Unión Europea donde su uso está completamente prohibido lo conocemos por su nombre genérico: amonal o amosal

La reacción se produce cuando se dispara contra el compuesto, generando una explosión controlada que puede ser utilizada para propósitos recreativos, como objetivos de tiro o para marcar el impacto de una bala a larga distancia.

La legalidad

La primera duda que nos debería surgir es cómo es posible que algo con semejante capacidad destructiva se venda libremente para que la gente lo dispare. La respuesta es que en los países en los que se vende y que antes mencionamos, la regulación vigente no lo considera un explosivo porque se vende separado en dos componentes muy estables que solo son potencialmente explosivos al mezclarse. Tan solo prohíbe transportarlo mezclado y usarlo en determinados parques naturales por el riesgo de incendio forestal.

La excusa del fabricante de Tannerite es que es complicado hacerlo explotar. En pruebas realizadas por la propia compañía aseguran que el explosivo solo reacciona ante los impactos de bala de alta velocidad. No lo hace ante detonadores eléctricos, fuego o golpes. La sustancia tampoco es inflamable. Al explotar no produce apenas fuego, sino tan solo una estruendosa detonación con abundante humo.

El gobierno de Estados Unidos autoriza la caza de jabalíes con Tannerita por su eficacia ante la superpoblación de estos que provocan grandes pérdidas en las explotaciones agrícolas y ganaderas.

¿Es ético?

Queda claro que eliminar 15 jabalíes de un solo disparo puede ser muy eficaz pero una vez más debemos pensar si compensa moralmente presenciar imágenes tan crueles.

Matar con Tannerita es una salvajada.

Cuando se dispara a una manada con este compuesto, los jabalíes suelen quedar gravemente heridos y tardan tiempo en morir. Otros sobreviven con grandes heridas o incluso quedan ciegos o con lesiones permanentes.

Cualquier cazador con sentido común sabe que la mejor manera de abatir a un animal es asegurándose de que muera al instante y ahorrarle todo tipo de dolor o sufrimiento.

 

Otras formas de cazar jabalíes

En Francia, por ejemplo, una de las técnicas más apreciada para la caza mayor por su potencia y precisión es la ballesta compuesta, una mezcla entre la ballesta tradicional y el arco. Esta tecnología facilita el amartillado de la cuerda y optimiza la precisión del disparo. La velocidad de proyección del proyectil con este arma de tiro es similar a la del arco compuesto. Al disparar con flechas dotadas de puntas más potentes, un solo disparo puede atravesar un jabalí o un ciervo. La ventaja de la ballesta y el arco es que son silenciosos.

Otra técnica utilizada en la caza de jabalíes es el uso de jaulas trampa. Estas trampas suelen ser dispositivos diseñados para capturar a los animales sin dañarlos de manera significativa. Una vez capturado el jabalí, se le puede dar muerte de manera rápida y humanitaria.

Esta ha sido una práctica común en diversas culturas a lo largo de la historia aunque las técnicas pueden variar. Es muy utilizada en algunas partes de los Estados Unidos, como el sur de los Apalaches y el sureste del país, a menudo empleados como parte de programas de control de población de jabalíes debido a su alta densidad y daños a los cultivos.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que el uso de trampas puede estar regulado por las leyes de caza locales.

Todavía se usa el cuchillo y la lanza

Aunque parezca que nos remontamos a la prehistoria, en algunas culturas indígenas o tradicionales, los cazadores utilizan cuchillos afilados o lanzas para cazar jabalíes a corta distancia. Estas técnicas requieren una gran habilidad y cercanía con el animal, lo que las convierte en métodos más desafiantes.

Así lo podemos ver en algunas tribus nativas americanas. Por ejemplo, las tribus apache (Arizona, Nuevo México y Oklahoma), sioux (desde el sur de Canadá a los Estados de Minnesota, Nebraska, Wyoming, Dakota del Norte y del Sur) y cherokees (Oklahoma) han tenido tradiciones de caza que involucran estas herramientas.

En la región amazónica y otras áreas de América del Sur, hay culturas indígenas que utilizan cuchillos y lanzas para cazar jabalíes, así como algunas tribus como los yanomami, los matsés y los achuar.

En África, algunas tribus massai de Kenia y Tanzania tienen tradiciones de caza que incluyen estas herramientas, al igual que algunas culturas indígenas en las islas del Pacífico, como en Papúa Nueva Guinea.

Es fundamental respetar y valorar las tradiciones y formas de vida de las comunidades indígenas, así como proteger la conservación de la fauna y flora en todas las actividades de caza.

Sea una práctica u otra, es necesario recordar que las prácticas de caza pueden estar sujetas a regulaciones y restricciones específicas en cada país y región. Antes de utilizar cualquier método de caza, es importante investigar y cumplir con las leyes y regulaciones locales para garantizar una caza legal y responsable.

Como nunca nos cansaremos de repetir, hay que practicar la caza de manera ética y sostenible, respetando el bienestar de los animales y el medio ambiente.

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