Un ciervo muere enganchado a las cuernas de otro ejemplar
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Un ciervo muere enganchado a las cuernas de otro ejemplar

El ciervo superviviente intenta liberarse sin éxito del cuerpo del fallecido, pero fue necesaria la intervención de dos personas con motosierra para solucionar el problema.


Se trata de una escena bastante habitual en época de berrea. Los ciervos machos, deseosos de aparearse, acaparan un área de monte de la que pasan a sentirse dueños. Por esa razón, la entrada de otro macho a ese territorio suele desencadenar bruscas peleas.

En la mayoría de las ocasiones, únicamente forcejean, haciendo uso de sus astas hasta que uno de ellos se da por vencido y huye. Sin embargo, en otras, la situación deriva en lo que se muestra a continuación:

Las cuernas se enganchan de tal manera que los cérvidos no son capaces de soltarlas por sus propios medios. Precisamente, sus intentos de liberarse terminan agarrando aún más sus astas haciendo imposible la huida.

No sólo los ciervos

No es la primera vez que uno de los ciervos muere a causa del agotamiento y la deshidratación. Esto no sólo ocurre con los ciervos. Otras de las víctimas de las cuernas en la época de celo son los corzos.

En el peor de los casos, los dos ejemplares fallecen, generalmente cuando nadie se percata de su situación y por ende no pueden ayudar a liberarlos.

 

La época de apareamiento

La temporada del celo del ciervo es conocida y valorada por la mayoría de los cazadores y por personas aficionadas a la observación de animales. Durante el mes de septiembre, principalmente, los ciervos emiten un sonido muy característico con el fin de atraer a las hembras para aparearse con el mayor número posible de ellas. Ese sonido es el que se conoce por “berrea” y da lugar a escenas idílicas.

Pero, no es oro todo lo que reluce. La berrea y el resto de épocas de celo de otros cérvidos también dan lugar a escenas tan naturales como duras. Las bravas peleas por el territorio y las hembras, como se ha visto, pueden terminar con alguno de los ejemplares heridos o, en último extremo, muerto.

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