Emergencia cinegética por daños de jabalíes en Andalucía: los cazadores acuden en auxilio de agricultores y ganaderos
Desde principios del mes de agosto de 2022, dos jóvenes cazadores andaluces han abatido más de una decena de jabalíes y cochinos híbridos en los terrenos de una sociedad donde los suidos se han convertido en una plaga. Entre los cochinos cazados por los hermanos malagueños destacan dos ejemplares medallables.
El macho cazado en espera el 21 de abril ha obtenido una puntuación, según la FAC, de 101,5 puntos. Sus colmillos miden más de 17 centímetros y tienen un grosor de 2,29. El ejemplar abatido el pasado miércoles es medalla de plata. Las primeras mediciones le otorgan 108 puntos. Está a la espera de ser homologado oficialmente.
Los jabalíes y cerdos asilvestrados se han convertido en un grave problema en Andalucía
La Junta de Andalucía el pasado año se vio obligada a tomar medidas excepcionales para combatir la plaga de cochinos. Hasta hace escasas fechas se ha permitido a los cazadores hacer uso de atrayentes y visores nocturnos para la caza en espera de jabalíes.
Alberto y Carlos son dos hermanos nacidos en la provincia de Málaga a los que les apasiona la caza. Desde que se declaró la emergencia cinegética en la comunidad los cazadores han realizado un gran número de aguardos en las zonas en las que los cochinos estaban causando daños.
El cazador junto al gran jabalí tras abatirlo en una fructífera espera el 31 de mayo.
Más de medio centenar de esperas durante el periodo de emergencia cinegética
A principios de agosto, un compañero les avisó de la existencia de un macho de gran tamaño en los terrenos de la sociedad. Tenía su lugar de encame en un pinar y visitaba a diario una zona de cultivos abandonados. En las esperas realizadas por los cazadores durante el mes de abril llegaron a verlo en dos ocasiones, pero no les dio oportunidad alguna de abatirlo. El día 21 del mismo mes lograron capturarlo.
Alberto junto a otro jabalí. A la derecha, Carlos, hermano de cazador.
Un jabalí medalla de bronce con un peso de 110 kilos
A las 23:00 horas vio su silueta, pero no entró en plaza hasta dos horas más tarde. Alberto a pesar de ello no se atrevía a dispararle ya que cada vez que se encaraba el arma el cochino desaparecía entre las sombras. A las 2:00 horas decidió hacerle un breve rececho ante la imposibilidad de abatirlo desde el puesto. Gracias a la maniobra del cazador pudo dispararle desde lo alto de un montículo a 170 metros de distancia.
La bala que salió del cañón del rifle Fabarm Iris del calibre .30-06 logró su objetivo y acabó con la vida del macho. El día del abate del jabalí el cazador estaba acompañado por Adrián y Francisco.
En un primer momento pensaron que se trataba del cochino que llevaban meses buscando, pero estaban equivocados.
El trofeo en la tablilla y la puntuación del gran jabalí medalla de bronce.
Un jabalí de 120 kilos con un trofeo medalla de plata
Desde ese día siguieron realizando esperas para controlar las poblaciones de cochinos de la zona. José, padre de los cazadores, y Carlos visitaron el acotado el miércoles y comprobaron que estaban visitando los cultivos una piara de jabalinas y un gran macho. Esa misma tarde, último día hábil del periodo de emergencia cinegética por jabalíes en Andalucía, los dos hermanos se ubicaron en la postura a las 19:00 horas. A las 22:00 horas apareció una piara compuesta por 14 animales.
Cuando iban a dispararle a uno de los integrantes del grupo vieron aparecer al macho. Había entrado en los almendros sin que los cazadores se hubieran percatado de ello. Alberto no se lo pensó dos veces y apretó el gatillo de su rifle. La bala impactó en el codillo del macareno a 90 metros de distancia. Son los dos mayores jabalíes que han abatido los hermanos a lo largo de su trayectoria cinegética.
Javier Fernández
