Caza un enorme jabalí que estaba acechando a las cabras de su tío
Almería

Caza un enorme jabalí que estaba acechando a las cabras de su tío

Un cazador almeriense ha abatido un cochino de 110 kilos armado con unos largos y gruesos colmillos. El macho llevaba varias semanas rondando los corrales en los que su tío guarda de noche un rebaño de cabras.


Los jabalíes son animales omnívoros. Se alimentan de raíces, larvas, bulbos, fruta, cualquier tipo de cultivo, mamíferos, ranas, caracoles, insectos, huevos de aves, carroña o de ganado doméstico.

No image

Pedro Galera junto al jabalí que acechaba a las cabras de su tío. El jabalí fue encontrado a 90 metros del lugar del disparo.

Acude en auxilio de su tío ganadero

Pedro Galera es un joven cazador almeriense. Desde que tiene uso de razón caza conejos al salto con podencos andaluces. En febrero adquirió un rifle de la marca Sabatti modelo Rover del calibre .270 Winchester Magnum. Su objetivo era abatir los cochinos que estaban ocasionando daños en los cultivos de la zona. En tan solo tres meses ha cazado más de una decena de jabalíes. Entre ellos, destacan un navajero que abatió en abril y este macareno que capturó el viernes 26 de mayo.

Hace un mes y medio, el tío del cazador, que es cabrero, vio la huellas y las marcas de los colmillos de un cochino en los árboles de la finca donde se encuentra su ganado. A tenor de la altura de las colmilladas en los troncos, se trataba de un macho de gran tamaño. Nada más recibir el aviso de Manuel, Pedro trató de abatir al solitario. Tenía que impedir a toda costa que atacara a las cabras de su familiar.

 

Más de una decena de esperas para abatir al enorme jabalí

No logró verlo hasta el día de su abate. Hasta ese momento solo sabían de su tamaño por las grabaciones de las cámaras de seguridad instaladas en la ganadería. A las 21:00 horas del viernes 26 ya estaban ubicados en el puesto Pedro y su tío Manuel. En esta ocasión se ocultaron en uno de los laterales del corral de las cabras para tratar de abatir al macho. A las 00:00 horas escucharon al jabalí levantando piedras entre los olivos próximos a los corrales. Había entrado en el cultivo sin ser oído por los cazadores. Esa noche el viento del este era muy fuerte.

 

Nada más verlo, Pedro le disparó con su rifle de cerrojo. La bala impactó en el animal. A pesar de ello escapó corriendo del lugar. Transcurridos varios minutos Manuel y Pedro se dirigieron al lugar del lance. Tras inspeccionar la zona no encontraron rastro alguno de sangre.

El cazador llegó a pensar que había errado el disparo

Con este pensamiento regresaron los cazadores a sus casas. A pesar de ello el almeriense no perdió la esperanza de haberlo abatido. Sabía que la bala había cumplido su objetivo. Le encomendó a su tío la tarea de buscar al cochino por los olivos la mañana del sábado.

No image

Jabalí cazado en abril en la misma zona.

A las 7:30 horas el cazador recibió una llamada telefónica. Era Manuel para darle la feliz noticia de que había encontrado el macho sin vida a 90 metros del escenario del lance. El macareno pesó 110 kilos. Los colmillos del jabalí sobresalen de la mandíbula inferior 9 centímetros. Su trofeo está a la espera de ser homologado.

 


No te lo pierdas

Comparte este artículo

Publicidad