1 de junio ‘día mundial contra la leishmaniosis canina’, una enfermedad mortal en expansión

1 de junio ‘día mundial contra la leishmaniosis canina’, una enfermedad mortal en expansión

El Colegio Oficial de Veterinarios de Barcelona (COVB) ha alertado del aumento de casos de esta enfermedad en los perros debido al cambio climático y al deterioro medioambiental.


Coincidiendo con la conmemoración, hoy 1 de junio del Día Mundial de la lucha contra la leishmaniosis canina, el COVB ha manifestado su preocupación por el crecimiento del número de casos de esta enfermedad zoonótica que se transmite tanto a animales como a humanos por la picadura de hembras de un tipo de insectos llamados flebótomos.

También han demostrado inquietud por su actual expansión, especialmente en la cuenca mediterránea, a causa del cambio climático y el deterioro medioambiental que favorece la presencia del vector.

Pero ¿qué es la leishmaniosis?

La leishmaniosis canina la causa el parásito Leishmania, que es transmitido a través de la picadura de mosquitos flebótomos infectados. Estos mosquitos se encuentran en áreas con climas cálidos y húmedos. Cuando un mosquito infectado pica a un perro, el parásito se introduce en su sistema y comienza a multiplicarse en las células del sistema inmunológico.

El COVB define la leishmaniosis como una enfermedad silenciosa y con muchas caras. Por un lado, es silenciosa porque un perro puede estar infectado y no tener alteraciones clinicopatológicas o, incluso, si las desarrolla pueden pasar de 4 a 6 meses hasta que estas sean visibles. Por  otro lado, también presenta signos clínicos y alteraciones en las analíticas muy diversos, siendo los más habituales las lesiones en la piel, heridas que no curan y crecimiento excesivo de las uñas.

También pueden presentarse signos clínicos menos habituales y que pueden pasar más desapercibidos como pérdida de peso, de hambre, apatía, problemas oculares y de las articulaciones, cojera, y en fases más avanzadas, problemas en los riñones y otros órganos internos. Muchos perros incluso si están infectados permanecen de por vida sin síntomas y manifestaciones clínicas.

Existen varias formas distintas de leishmaniosis. Las más comunes son la cutánea y la visceral. El tipo cutáneo causa llagas en la piel. El tipo visceral afecta los órganos internos, tales como el bazo, el hígado y la médula ósea. Los animales y las personas con esta enfermedad suelen tener fiebre, pérdida de peso y aumento de tamaño del bazo y el hígado.

Prevención y tratamiento

La prevención juega un papel fundamental en el control de la leishmaniosis canina. A continuación citamos algunas medidas que los propietarios pueden adoptar para reducir el riesgo de infección.

El uso de repelentes de mosquitos. Es necesario utilizar productos repelentes específicos para perros y evitar las áreas con alta concentración de mosquitos.

Es también muy importante mantener el entorno limpio y libre de criaderos de mosquitos, como recipientes de agua estancada.

Protegerlos en las horas de mayor actividad de los mosquitos. Si fuese  posible hay que evitar paseos o exposición prolongada al aire libre durante el amanecer y el atardecer, cuando los mosquitos son más activos.

El diagnóstico precoz es clave para así proceder a su estadiaje, monitorización y tratamiento en caso de que sea necesario.

En algunos países, existen vacunas disponibles para proteger a los perros contra la leishmaniosis canina.  En España, un equipo formado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y el grupo Cendal ha desarrollado en enero de este año, una vacuna contra la leishmaniosis canina basada en ADN recombinante.

¿Y nuestros perros de caza?

Es difícil llevar a cabo esas medidas de prevención cuando hablamos de nuestros perros de caza ya que es casi inevitable que caminen por zonas verdes, húmedas o cerca de los ríos. Además de la presencia de insectos, pulgas y garrapatas, en los humedales puedes encontrarte con el flebótomos. El flebótomo conocido como "mosca de la arena”, cuya apariencia es similar a la de un mosquito es muy peligroso para nuestro compañero de caza. Suelen estar presentes desde mayo a octubre.

Además  tiene sus picos de actividad durante el atardecer y amanecer. Por esta razón se recomienda que los animales no duerman en el exterior o evitar pasear precisamente a esas horas para reducir la exposición al vector. Esto es más difícil de llevar a la práctica si nos referimos a los perros de caza.

Los flebótomos crían en acúmulos de materia orgánica como hojarasca, troncos podridos o restos de basura. Por tanto, es importante tratar de evitar estas zonas.

En ocasiones, la enfermedad puede provocar la muerte de nuestro fiel compañero. Es imprescindible observar cualquier síntoma, por leve que sea, que nos hagan sospechar y consultar inmediatamente al veterinario Con los nuevos tratamientos será posible mantener la enfermedad bajo control y  reducir su agresión. El perro puede así tener una vida larga y normal.

El riesgo en España

España es un país endémico de leishmaniosis, es decir donde la enfermedad está ampliamente establecida y evidentemente esto es debido a que su vector, encuentra las condiciones adecuadas para desarrollarse. Los flebótomos necesitan una temperatura superior a los 15ºC para vivir y zonas con acúmulos de materia orgánica o basura que son lo que usan para criar.

A nivel de la península podemos encontrar flebótomos todo el año en la zona mediterránea (Cataluña, Islas Baleares, Comunidad Valenciana, Murcia y Andalucía), en el centro (Com. de Madrid, Extremadura, Castilla La Mancha y Aragón, los podemos encontrar de abril a noviembre y en la zona Noroeste (Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, Navarra, La Rioja y Castilla León) de junio a octubre. El único punto donde hasta el momento no se han detectado flebótomos es en las Islas Canarias.

Día Mundial de la Leishmaniosis

El 1 de junio es el Día Mundial de la Leishmaniosis. El objetivo de este día es visibilizar esta enfermedad endémica en nuestro país y ayudar a concienciar de los peligros que comporta tanto para los perros, los principales afectados, como en menor grado, para las personas. En la lucha frente a la leishmaniosis la prevención es una pauta imprescindible para tratar de reducir la expansión de esta enfermedad

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