Gritos de terror de unos niños cuando un corzo les ataca
Un animal de la belleza del corzo no debe hacernos olvidar que estamos ante una especie silvestre y muy peligrosa. Solo hay que mirar sus cuernas, con afiladas puntas, para comprender que pueden ser utilizadas como armas para atacar.
Y es precisamente lo que sucede en estas imágenes, en las que un grupo de menores de edad quedan maravillados ante un corzo macho que, extrañamente, se ha detenido en la puerta de la vivienda rural en la que se encuentran.
El corzo ataca embistiendo con sus cuernas
Le llaman, le extienden la mano y se acercan cada vez más al animal, sin sospechar ni saber interpretar las señales que este lanza, advirtiendo de lo que está a punto de suceder. Cuando el animal pierde la poca paciencia que le queda, comienza a embestir. Los gritos de los aterrorizados niños se escuchan durante interminables segundos, tras los que entra en acción un adulto, una mujer, para ofrecerle algo de comida al pequeño cérvido y así lograr calmarle.
Demasiados ataques de corzos a personas
A pesar de tratarse de un animal de tamaño pequeño, concretamente de entre 16 y 30 kilos y extrañamente superando los 150 centímetros de altura, el corzo despierta la ternura en casi todo aquel que lo mira. Más aún si alguien consigue experimentar un encuentro cercano con alguno de estos animales. Pero, en los que han sido documentados en vídeo y que te dejamos a continuación en varios enlaces, siempre acaba de la misma manera, que es con el corzo embistiendo para atacar a aquellos que se atreven a acercarse tanto a él.
Antonio López Espada
