De la emoción al terror: no es buena idea acercarse tanto a un gran macho montés
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De la emoción al terror: no es buena idea acercarse tanto a un gran macho montés

Un animal peligroso, con una larga y gruesa cornamenta, que además está asustado. Se unen todos los factores para que la cosa acabe mal.


Y así es precisamente como termina. La agitación de la persona que graba las imágenes no ayuda. Sus comentarios parecen enfurecer aún más al macho de cabra hispánica. Y los ladridos del perro que se escuchan durante todo lo que dura la grabación añaden más razones para prever lo que está a punto de suceder.

Mira, a menos de un metro

Es lo que repite este hombre a la persona para la que graba el vídeo. No satisfecho con haber conseguido esas imágenes acercándose tantísimo al macho, continúa reduciendo la escasa distancia que les separa. Y no es capaz de entender las ‘señales’ que el animal le lanza, bajando levemente la cabeza y mirándole fijamente.

Hasta que ya es tarde. Estar tan cerca se vuelve en su contra y no le permite reaccionar cuando el macho cabrío ataca. “Me cag… ehhhhh” es lo último que escuchamos mientras asistimos a la embestida que le propina. La próxima vez que vea a uno de estos animales, seguro mantendrá las distancias.

 

No es la primera ni la segunda vez que se graba algo así

La actitud aparentemente calmada de las cabras montesas no debe engañarnos ni llevarnos a pensar que se trata de animales inofensivos. La potencia con la que utilizan su arma más poderosa, los testarazos con la base de sus cuernos y su fortísimo cráneo, pueden llegar a herir de gravedad a aquella persona que sufra su acometida. A continuación, te recordamos situaciones muy similares a esta con idéntico final.

 


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